Las autoridades no tienen una explicación que ofrecer a familiares y amigos de pasajeros y tripulación, del vuelo MH370 de Malysia Arlines, que desapareció con 239 personas a bordo en su ruta entre Kuala Lumpur y Pekín. Aún continúa la búsqueda por mar y por aire de los restos de esta aeronave.
El vuelo MH370 de Malysia Arlines, salió del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur a las 00:41 del sábado, hora local (16:41 GMT del viernes), y estaba previsto que llegara a Pekín a las 06:30. Los controladores aéreos perdieron contacto a las 01:30.
En el mismo viajaban un total 227 pasajeros, incluidos 153 personas de nacionalidad china y 38 malasios. Todos los miembros de la tripulación, 12 en total, son de nacionalidad malasia. Dos de los pasajeros viajaban con pasaportes que no eran suyos, se cree que son documentos de identidad reportados como robados en Italia y Austria.
A una hora que todavía no ha sido dada a conocer, un familiar supuestamente logró hablar con uno de los pasajeros que cargaba un teléfono de Singapur. La aerolínea ha tratado varias veces de llamar al mismo número, pero no logra tono.
La nave, estaba volando sobre el Mar de China Meridional, al sur de la península Ca Mau de Vietnam. La ruta normal hubiera sido volar sobre Camboya y Vietnam antes de entrar al espacio aéreo chino. Ninguna señal de emergencia o mensaje fue enviado, pero se cree que el avión intentó devolverse, quizás hacia el aeropuerto de origen, en Kuala Lumpur.
Los trabajos de búsqueda y rescate se han extendido hacia el Estrecho de Malaca, en la costa occidental de Malasia. Se cree que las condiciones atmosféricas para este vuelo eran buenas. El piloto, de 53 años, contaba con más de 18.000 horas de vuelo de experiencia y trabajaba para la aerolínea desde 1981.
Malaysia Airlines tiene un buen expediente en materia de seguridad, y el avión, un Boeing 777-200, es uno de los más seguros en el mercado gracias a su tecnología moderna. Una de las puntas de ala sufrió una pequeña ruptura durante un incidente en 2012, pero fue reparada y certificada por la compañía fabricante.
La aerolínea dice que no descarta ninguna teoría, pero portavoces oficiales en Estados Unidos, que envió a investigadores del FBI a colaborar con el caso, señalan que no hay ninguna evidencia que apunte a un ataque terrorista. La presencia de dos pasajeros con pasaportes robados representa una violación de los procedimientos de seguridad, pero podría explicarse como un caso de inmigración ilegal. Hasta ahora no se descarta ninguna hipótesis, pero tampoco hay nada seguro, de lo que pueda haber sucedido con ese avión.
