Aunque no signifiquen un peligro real para el avión, las turbulencias son tal vez el momento más incómodo del vuelo cuando estamos camino a algún destino. Pero eso está por cambiar.
Esta semana fue enviado al espacio un satélite meteorológico que tiene entre sus nuevas funciones la capacidad de detectar las zonas de turbulencia.
La Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló que el nuevo satélite emitirá señales más claras sobre las nubes ondulatorias, que contribuyen a la formación de turbulencias, y permitirá enviarlas de forma más rápida a la Tierra.
Además, después de tener una inversión cercana al US$1 millón, el aparato está diseñado para entregar de forma más eficaz datos sobre la velocidad del viento, niebla, hielo y luz.
Llamado GOES- R, Geostationary Operational Enviroment Satellite (Satélite Geoestacionario de Operaciones Ambientales, en español), se espera que esté listo para funcionar en el segundo semestre de 2017.
“El GOES podrá tomar imágenes cinco veces más rápido que los satélites actuales y con cuatro veces mayor resolución”, explicó el vocero de NOAA.
Cómo funciona
Para los pilotos, la clave de un vuelo sin sobresaltos es la planeación del viaje. Sobre todo, buscar cómo evitar condiciones climatológicas que pongan en riesgo la aeronave y a los pasajeros a bordo.
Y es allí donde entra el tema de las turbulencias.
De acuerdo con la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), una turbulencia puede ser causada por: inusuales movimientos del aire, presión atmosférica, aire alrededor de las montañas, frentes de clima frío o caliente y tormentas eléctricas.
En promedio, anualmente 58 personas en EE.UU. sufren lesiones durante los vuelos turbulentos cuando no llevan el cinturón de seguridad, según los datos con que se cuentan.
Con los instrumentos meteorológicos actuales resulta muy difícil predecir dónde va a ocurrir un cambio brusco de la corriente de aire.
De acuerdo con Steven Goodman, uno de los científicos involucrados en la construcción de GOES-R, los satélites enviados anteriormente no tenían la capacidad de capturar con suficiente detalle la circulación del flujo de aire dentro de las nubes ondulatorias, que originan la mayoría de las turbulencias
“Pero este aparato entregará fotos muy nítidas y con una velocidad mayor, de pocos minutos”, le dijo Goodman a la BBC.
“Tendremos imágenes del clima tal y como está ocurriendo ahora y no como estaba hace 15 o 30 minutos”, agregó.
Pilotos y pasajeros agradecidos
Más allá de los pasajeros temerosos de los aviones, los pilotos también están bastante esperanzados con la nueva tecnología en el espacio.
“Las turbulencias causadas por tormentas eléctricas son más fáciles de evitar porque se pueden ver con anterioridad, pero las causadas por otros tipos de flujo de aire son casi imposibles”, le dijo a la BBC el experto en seguridad aeronáutica Steve Landells.
“Si ellos pueden comenzar a predecir con gran exactitud, pero sobre todo, con mayor prontitud, va a ser una ayuda muy grande para la planeación del vuelo que hacen los pilotos”, explicó.
Hasta ahora, había incidentes imposibles de predecir: una turbulencia puede ocurrir inesperadamente, sin importar el clima, como le explicó Mark Weiss, un experimentado expiloto de American Airlines, a la BBC.
“Es sólo un fenómeno natural del clima”, dijo.
El piloto señaló que las aerolíneas son diligentes en encender la luz de “ajuste el cinturón de seguridad” si la turbulencia se advirtió antes, pero a veces “sucede de la nada” y el cinturón no puede ayudar mucho.
En algunos casos, los pilotos pueden ser alertados de próximas turbulencias por colegas que vuelan por delante.
Se espera que el GOES-R alcance la órbita de la Tierra en las próximas dos semanas y comience a operar en un año.
Tomará fotos de gran precisión del hemisferio occidental cada 15 minutos y de la plataforma continental de EE.UU. cada cinco minutos.