El Sumo Pontífice fue recibido por el presidente Maithripala Sirisena en el aeropuerto, donde dos niñas le entregaron un collar de flores; luego paseó en el papamóvil y canceló una reunión con obispos por un retraso en su agenda; su gira también incluye Filipinas
El papa Francisco llegó hoy a Sri Lanka para una visita de dos días, que tratará esencialmente sobre la reconciliación en ese país desgarrado durante mucho tiempo por la guerra civil.
Mostrando buen aspecto y sonriente, el Papa fue recibido por el nuevo presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena. Desde el aeropuerto de Colombo, el Papa exhortó al “respeto de los derechos humanos” y a “la búsqueda de la verdad” en Sri Lanka.
“El proceso de curación demanda incluir la búsqueda de la verdad. La gran obra de reconciliación debe incluir la mejora de las infraestructuras y cubrir las necesidades materiales pero, también, y es lo más importante todavía, promover la dignidad humana, el respeto de los derechos humanos y la plena integración de todos los miembros de la sociedad”, prosiguió.
Francisco se propone dar impulso al diálogo interreligioso y ha elegido para su séptimo viaje internacional de nuevo Asia a pocos meses de su viaje a Corea, para volver a manifestar el interés de la Iglesia católica por este continente al que el anterior pontífice, Benedicto XVI, no visitó.
Sólo el 6,1 % de los 20 millones de habitantes de Sri Lanka son cristianos, pero actualmente se vive una pacífica convivencia con los budistas (el 76,7 %), los musulmanes (8,5 %), y los hinduistas (7,9%).
El Sumo Pontífice llegó acompañado del secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin; el prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, cardenal Fernando Filoni, y el ex presidente del Pontificio Consejo “Cor Unum”, y el cardenal guineano Robert Sarah, quien se ocupó de llevar ayuda a la población filipina tras el tifón Yolanda.
Mañana, el Papa celebrará la misa para la canonización de José Vaz, sacerdote nacido en India y que llegó como misionero a la isla en los momentos de una brutal persecución de los católicos durante el siglo XVII.
El jueves continuará viaje a las Filipinas que responde- al igual que Sri Lanka- al deseo de Francisco de que la Iglesia sea “misionera” y que “salga a buscar” a los fieles de todo el mundo.
El sábado, el Papa cumplirá el verdadero objetivo de este viaje al viajar a Tacloban, en la isla de Leyte, para mostrar su cercanía a todos los damnificados por el tifón Yolanda, que arrasó Filipinas y causó miles de muertes y la devastación total del territorio.
En Manila el pontífice celebrará los dos encuentros que se esperan más multitudinarios de este viaje: un acto con los jóvenes en el campo de deportes de la universidad y una misa en el parque Rizal.