Desde 1884 hay datos de la altura del río en el puerto de Rosario y nunca estuvo tan bajo en este mes. Teniendo en cuenta otros meses, es la bajante más profunda desde 1971.
Las noticias que llegan desde el río Paraná son cada vez más preocupantes para la cadena comercial de granos y subproductos.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, en el puerto ubicado en esa ciudad se midió la semana pasada una altura de apenas 40 centímetros.
Es el nivel más bajo desde 1971, contando todos los meses del año. Pero si el análisis se acota solo a abril, no hay antecedentes de una bajante similar desde que comenzaron los registros históricos, en 1884.
Y la perspectiva es que esta altura siga cayendo: según el Instituto Nacional del Agua, esta semana el Paraná apenas alcanzaría los 30 centímetros. Además, el organismo descarta ya la posibilidad de una normalización en la altura del Paraná por lo que resta del otoño.
Esta situación impacta de lleno en las empresas que son las mayores aportantes de divisas del país: en 70 kilómetros de costas, entre Timbúes y Arroyo Seco, hay 29 terminales portuarias que en 2019 despacharon el 67 por ciento de los granos y más del 90 por ciento de las harinas y aceites que exporta Argentina.
Pérdidas
Por ahora, los envíos al exterior no se han frenado gracias al accionar de la empresa encargada del dragado que mantiene la posibilidad de navegar a 30 pies, cuando está obligada a garantizar 34 pero solo cuando el Paraná tiene al menos 2,5 metros de altura.
En este marco, teniendo en cuenta los diferentes tipos de buques que ingresan al Gran Rosario en esta época del año y su capacidad de carga disminuida, la Bolsa de Rosario calculó que esta bajante histórica significa una pérdida de 244 millones de dólares para las empresas agroexportadoras.
Esta cifra coincide con la estimación de Ciara sobre un costo semanal de unos 10 millones de dólares para las industrias aceiteras.
El informe completo, que puede verse aquí, explica en profundidad cómo se realizó esta proyección.