El Parlamento de Eslovaquia aprueba el cierre de la radio y la televisión públicas

La oposición, que abandonó el pleno en señal de protesta, acusa al Gobierno de Fico de asestar un “golpe directo a la democracia”.

El Parlamento de Eslovaquia aprobó este jueves la abolición del ente público de radio y televisión RTVS y su sustitución por otra entidad, StaR, que estará sujeta al control gubernamental.

La controvertida ley fue adoptada con el voto de los diputados de la coalición en el poder, formada por populistas y ultranacionalistas, mientras que la oposición al completo abandonó el pleno en señal de protesta. “Es un ataque directo a la democracia”, declaró un miembro de la oposición antes de abandonar la sala.

La ley, que fue aprobada en un trámite de urgencia muy criticado por la oposición, fue respaldada por los 78 diputados gubernamentales que son la mayoría en el Consejo Nacional, de 150 escaños.

Los empleados de RTVS protestaron con un paro laboral en la tarde de este jueves, la segunda huelga de celo convocada en la historia del ente público, que pese a ello siguió emitiendo algunos programas.

“Esta ley quita uno de los pilares de la democracia”, señaló otro legislador, en alusión a la independencia de que gozaba hasta ahora RTVS respecto al Ejecutivo, ya que su presidente era elegido por el Parlamento.

Al frente del nuevo ente, bautizado Televisión y Radio de Eslovaquia (StaR), habrá un consejo directivo de nueve miembros, cuatro de los cuales serán nombrados directamente por el ministerio de Cultura.

Otro diputado opositor se refirió a la influencia que han tenido las políticas con las que el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban, ha limitado la libertad de prensa.

Desde que fue anunciado el proyecto de ley, se han producido protestas masivas en las calles.

El Ejecutivo encabezado por Robert Fico, un declarado admirador de Orban, dice que el RTVS no cumple con su cometido de objetividad, respeto a la diversidad de opiniones, y promover el interés nacional, apoyando valores y tradiciones culturales del país.

Nada más subir al poder el pasado otoño, Fico declaró un embargo a varios medios privados (Markiza, Denník N, Sme, Aktuality.sk).

También los reporteros de RTVS han sido censurados por miembros del Ejecutivo en ruedas de prensa.