La Comisión de Economía de la Eurocámara prepara un informe sobre la legitimidad democrática con la que actuó la troika (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional) en los cuatro rescates de la eurozona. Los responsables de la confección del informe recibirán en Estrasburgo las explicaciones del comisario europeo Olli Rehn, del expresidente del BCE Jean-Claude Trichet y del director del Fondo de Rescate, Klaus Regling.
La Comisión de Empleo, además, se focalizará en los daños sociales que ocasionaron los programas de ayuda en Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre.
Por su parte, el eurodiputado socialista español Alejandro Cercas hará un informe para llevar a Estrasburgo y mostrar los efectos de las políticas impuestas por la troika en esos países sobre el empleo, la pobreza, el abandono escolar prematuro y el diálogo social.
“En tres años se ha triplicado el desempleo, se han destruido millones de puestos de trabajo y se han superado los registros históricos de pobreza. Se ha aprovechado la crisis para destruir el modelo social nacional”, resume Cercas.
En su texto, reclama a la Comisión un informe que recoja “los daños a medio y a largo plazo en los sistemas de protección social, especialmente en lo relacionado con la lucha contra la pobreza, el mantenimiento de un diálogo social fluido y el equilibrio entre flexibilidad y seguridad en las relaciones laborales”.
Si Estrasburgo aprueba el informe de Cercas, reclamará a la UE que diseñe planes de impulso para “apoyar con los recursos financieros necesarios la recuperación de los niveles de protección social”.
En Grecia, más de la mitad de los jóvenes están desempleados. En Portugal e Irlanda el porcentaje supera el 30%. “A lo largo de los últimos cuatro años, se han destruido en los cuatro países dos millones de empleos, lo que supone un 15% de los puestos de trabajo existentes”, añade. Y agrega: “denunciamos que la población en riesgo de pobreza o exclusión social ha aumentado. Solo durante los últimos tres años, este colectivo ha aumentado un 26% en Portugal y un 15% en Irlanda, aunque estas estadísticas esconden una realidad aún más dura”.