Lucho Martínez Tecco contó esta mañana en la 99.9 la idea que habían tenido a finales de los 60 para montar un parque de diversiones al lado de la Pileta Cubierta, pero en aquél momento la provincia se los prohibió a pesar de que el objetivo era juntar fondos para Cerenil. También lo comparó con el “parque naranja” de Scioli.
El pasado se repite, casi irremediablemente. El “parque naranja” que montó Daniel Scioli en el Paseo Las Toscas, ya se había intentando colocar, pero con un fin mucho más noble hace 40 años, pero paradójicamente, el gobierno provincial en aquél momento no lo permitió.
Era una iniciativa de Cerenil para recaudar fondos en la lucha contra una cruel enfermedad y estuvo comandada por Lucho Martínez Tecco que esta mañana habló en la 99.9: “en plena epidemia de poliomelitis, Serenil estaba recién formado y recibiendo niños de todo el país. Estaba presidida por el hotelero Roberto Nogaró, que no tiene parangón con Aldrey Iglesias”, indicó en principio.
Su trabajo era generar este tipo de iniciativas y se le ocurrió hacer un parque: “vine a Mar del Plata por primera vez en mi vida para trabajar con él y ocuparme de la comunicación pública de Serenil. Se me ocurrió que para juntar algo de plata podíamos hacer un parque de diversiones infantil en la Pileta Cubierta. Así lo hicimos y nos pusimos a instalarlo”.
En aquél momento, el gobierno provincial estaba en otra sintonía y se interpusieron para que no se pueda montar: “cuando estábamos armando, apareció un Sr de la provincia de Buenos Aires que administraba las playas con un decreto provincial que exigía el inmediato retiro porque “un parque de diversiones en ese lugar es una afrenta al monumento de área casino y los ruidos iban a despertar a los pasajeros de los hoteles”. Se lo comenté a Nogaró y me dijo que siga”, afirmó Martínez Tecco.
El trabajo que estaban haciendo no era más que para generar recursos que pudieran ayudar a los niños que recibían asistencia en Cerenil y sólo sería durante el verano, pero no prosperó a pesar que los propios padres brindaban la ayuda necesaria. “Los padres de los chicos enfermos eran los que me ayudaban e iban a hacer de boleteros. Un padre tenía un carrito pochoclero y puso a disposición el carro durante 10 horas por día gratis por la atención de su hijo”, recordó el ex Secretario de Turismo.
La conclusión fue que finalmente pudieron instalar el parque pero en otro lugar, no sin antes pasar momentos complicados. “Me llevaron preso a mi y a los padres. Inmediatamente, lo llamé a Nogaró y a los cinco minutos nos habían largado a todos. Ahí decidieron cortar el parque y ahí quedó. A la semana, Rufino Inda que presidía el Automóvil Club en aquél momento, nos cedió el playón de inicio de la escollera norte donde tenían un estacionamiento”.
Hoy la historia es distinta porque el propio gobierno se instala en un sector que tiene concesionado Aldrey Iglesias, mostrando la connivencia absoluta entre ambas partes, sin importarle esta vez los ruidos molestos y los problemas que puede generar. Martinez Tecco agregó un dato que realmente es importante: “la Provincia le paga al concesionario dueño del lugar, Don Florencio de la Bristol, un importe que supera lo que el Gran Hotel Provincial va a pagar de canon. No tengo las cifras, pero sabiendo el monto del canon, uno se da cuenta. En la sociedad esa está metida La Salada”, concluyó.