Detienen al tesorero del oficialismo; habría recibido millones de dólares.
Las oscuras manchas del petrolão, en Brasil, comenzaron ayer a caer directamente sobre el corazón del Partido de los Trabajadores (PT), en un avance que amenaza no sólo al oficialismo, sino también a la presidenta Dilma Rousseff.
En una nueva fase de la investigación sobre el escándalo de corrupción en Petrobras, la policía detuvo ayer para interrogar al tesorero del PT, João Vaccari Neto, mientras que uno de los arrepentidos del caso acusó al partido de Dilma de haber recibido más de cien millones de dólares de sobornos cobrados por directivos de la petrolera estatal a empresas constructoras que buscaban ganar licitaciones. Hasta ahora, la pesquisa se había centrado sólo en ejecutivos de esas compañías; esta fase se mete de lleno en el mundo político.
“Queremos tener datos sobre donaciones que él [Vaccari] pidió a personas con contratos con Petrobras”, señaló Carlos Fernando Lima, fiscal federal en Curitiba, donde está radicado el caso.
Durante la madrugada, la policía llevó adelante 62 órdenes de prisión preventiva, temporal, conducción coercitiva, búsqueda y allanamiento en cuatro estados, en la más reciente etapa de la Operación Lava Jato (“Lavado de Autos”).
Los operativos de ayer tuvieron como punto de partida testimonios del ex gerente de Ingeniería de la compañía Pedro Barusco, quien en una declaración realizada a fines del año pasado a cambio de una reducción en su condena y mantenida en secreto hasta ahora afirmó que el PT obtuvo entre 150 y 200 millones de dólares como porcentajes cobrados en sobornos de al menos unos 90 contratos de Petrobras.
Según Barusco, Vaccari Neto tuvo “participación” en el esquema que habría servido para financiar campañas políticas de candidatos petistas y sus aliados.
El ex gerente agregó que los pagos irregulares se prolongaron desde 2003 hasta febrero de 2014, y sostuvo que Vaccari Neto participó en un acuerdo para la firma de contratos por 22.000 millones de dólares con astilleros brasileños e internacionales para la construcción de buques equipados con sondas de prospección de petróleo.
Por el caso ya fueron arrestados tres ex directores de Petrobras y 36 ejecutivos de grandes constructoras brasileñas, acusados de haber formado un cartel para repartirse los contratos con la petrolera estatal.
Desde que comenzó la investigación, en marzo del año pasado, con la “delación premiada” del ex director de Abastecimiento Paulo Roberto Costa, la credibilidad y el valor de mercado de Petrobras cayeron en picada, y anteayer renunció la presidenta de la compañía, Graça Foster, junto a otros cinco miembros de su junta directiva; sus reemplazantes deben ser anunciados hoy.
La semana pasada, Foster había estimado en más de 32.000 millones de dólares las pérdidas causadas por la corrupción en la compañía, cuyo directorio fue presidido por Rousseff entre 2003 y 2010, cuando era ministra de Minas y Energía, primero, y luego jefa de Gabinete de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010).
Hasta el momento no hubo arrestos de políticos, aunque los varios delatores que hablaron apuntaron a una treintena de legisladores y funcionarios involucrados en la red de corrupción. Se espera que la parte política del caso se inicie a fin de mes, cuando la Procuraduría General presente las acusaciones formales contra los sospechosos con fueros ante el Supremo Tribunal Federal.
Tras la detención de Vaccari Neto, el PT rechazó las acusaciones de Barusco y negó que la agrupación izquierdista haya obtenido dinero irregular de cualquier fuente.
“El partido recibe sólo donaciones legales que son declaradas a la justicia electoral. Las nuevas declaraciones de un ex gerente de Petrobras siguen la misma línea de otras hechas en procesos de «delación premiada» y que tienen como principal característica la tentativa de involucrar al partido en acusaciones, pero no presentan pruebas o siquiera indicios de irregularidades y, por lo tanto, no merecen crédito”, señaló la dirección del PT.
Pese a la aclaración, no fue el único golpe que recibió el partido oficialista ayer. El nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha -que pertenece al principal aliado del PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), pero tiene un perfil independiente y muy crítico del gobierno-, aceptó la creación de una nueva comisión parlamentaria de investigación sobre Petrobras.
El pedido fue realizado por 182 diputados, entre los que hubo 52 legisladores de partidos que integran la coalición gobernante, pero que decidieron sumarse al reclamo de la oposición.
El senador Aécio Neves, líder de la principal fuerza opositora, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y ex candidato presidencial en las elecciones de octubre del año pasado, celebró el avance de la investigación sobre Petrobras también en el Congreso.
“Las denuncias hechas públicas en la declaración de un ex directivo de Petrobras son aterradoras. Durante la campaña electoral, yo varias veces pregunté, incluso a la candidata Dilma Rousseff, si ella confiaba o no en el tesorero de su partido, hoy denunciado por ese dirigente de Petrobras como receptor de parte de esos recursos desviados. No hay nada como el tiempo para traer luz a la verdad”, resaltó.
NADA QUE OCULTAR
Tras el interrogatorio, Vaccari Neto señaló que no tenía nada que ocultar. “Todas las preguntas fueron esclarecidas. Respondí a todo con transparencia, lisura y total tranquilidad”, aseguró.
Su abogado, Luiz Borges D’Urso, criticó que su cliente haya sido llevado por la fuerza a declarar cuando podría haber comparecido por su propia voluntad si se lo hubiera llamado. “El PT no tiene una caja paralela ni cuenta en el exterior, no recibe donaciones en dinero y solamente recibe contribuciones legales al partido, en absoluta conformidad con la ley, siempre rindiendo las respectivas cuentas a las autoridades competentes”, reafirmó.
Más tarde, en una conferencia de prensa en Curitiba, el fiscal Carlos Fernando Lima explicó que la operación de ayer -bautizada “My way”, en referencia al apodo que Barusco le había puesto al detenido ex director de Servicios de Petrobras Renato Duque- se había centrado en las supuestas irregularidades cometidas dentro de BR Distribuidora, una filial de Petrobras que opera más de 7000 estaciones de servicio en el país, además de importar y exportar productos derivados del petróleo.
UN ESCÁNDALO QUE CRECE A LOS SALTOS
1. MÁS INVOLUCRADOS
El 28 de enero la policía anunció la ampliación de la investigación de los sobornos por el petrolão a otras diez empresas, mientras que el fiscal general instauró una brigada especial para investigar al PT y sus partidos aliados
2. RENUNCIAS
Acorralada por el escándalo, la presidenta ejecutiva de Petrobras, Graça Foster, nombrada por Dilma en 2012, presentó el martes pasado su renuncia, al igual que el resto de la cúpula de la empresa estatal
3. EL PT, EN LA MIRA
La policía interrogó ayer al tesorero del PT, João Vaccari Neto, acusado por un ex ejecutivo de Petrobras de desviar entre 150 y 200 millones de dólares a las arcas del partido durante diez años, de 2003 a 2014.