El gobierno francés presentó un nuevo plan antitabaco destinado a ‘responder al reto de una generación sin fumadores de aquí a 2032’ el cual incluye nuevas subidas del precio de los cigarrillos y extensión de los espacios donde será prohibido fumar, entre otros, playas, parques y cerca de las escuelas.
Este nuevo Programa Nacional de Lucha Antitabaco (PNLT) para 2023-2027 se basa principalmente en “el aumento de la fiscalidad y la prohibición del tabaco”, explicó el Ministro de Sanidad y Prevención, Aurélien Rousseau.
El objetivo es prevenir el tabaquismo, sobre todo entre los jóvenes, y ayudar mejor a los fumadores a dejar de fumar, especialmente a los de escasos recursos.
Una de sus principales medidas es abaratar el precio de los paquetes de cigarrillos. “Subir los precios funciona, es muy eficaz, y es objeto de un consenso científico mundial”, subrayó el Sr. Rousseau.
Muchas marcas se venden ahora a 11 euros el paquete de 20. El precio mínimo se elevará progresivamente a 13 euros a principios de 2027, con una primera etapa de 12 euros en 2025.
A partir de enero de 2024, se espera que los precios suban, esta vez debido a la inflación, entre 40 y 50 céntimos.
Playas y bosques ‘no fumadores’
Las zonas libres de fumadores (“sin humo” en francés), señalizadas con carteles, se extenderán a todas las playas, parques públicos, bosques y cerca de ciertos lugares públicos, como las escuelas, anunció Rousseau, quien evocó la posibilidad de “multas”, pero sin precisar el monto.
“Creo firmemente en la prohibición de fumar en el espacio público”, declaró. “Los espacios no fumadores -de los que ya hay más de 7.200 en más de 73 departamentos- son ante todo el resultado de un movimiento impulsado por las autoridades locales. Estamos invirtiendo la responsabilidad y estableciendo este principio como norma”, explicó.
Los decretos sobre los precios de los paquetes y las prohibiciones se esperan “para el primer trimestre de 2024”.
Además, “tal y como prometió la Primera Ministra Elisabeth Borne”, se prohibirá la venta de productos desechables para vapear (puffs), populares entre los jóvenes, anunció el ministro, denunciando una “aberración tanto en términos de salud pública como de medio ambiente”.
Con sus sabores infantiles, dulces o afrutados, sus envases de colores vivos y su bajo precio, los puffs existen en una veintena de marcas. Estos dispositivos preocupan a las autoridades porque se dirigen a los adolescentes y son una puerta de entrada al tabaquismo.
“Somos muy optimistas sobre una votación muy rápida”, asegura el entorno de la ministra, que apuesta por una prohibición efectiva en septiembre de 2024 a más tardar.
Bolsas de nicotina
El Gobierno también tiene la mira puesta en las bolsas de nicotina, que constituyen “una nueva forma de consumo que se dirige a los consumidores más jóvenes”, y tomará “las medidas necesarias” contra “cualquier práctica que pueda parecer lúdica o restar impacto al tabaco”, subrayó Aurélien Rousseau.
Para hacer menos atractivo el tabaco, el paquete neutro, sin logotipo de marca, se extenderá a todos los productos de tabaco y vapeo.
Para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, los farmacéuticos podrán recetar terapias de sustitución de nicotina.
El pago de las ayudas estatales estará condicionado a objetivos de salud pública, como el cumplimiento de la prohibición de venta a menores.