José Antonio Solá Torino se pegó un tiro horas después de la orden judicial. Lo condenaron en 2016, pero hasta ahora había evitado la cárcel.
El exjuez federal José Antonio Solá Torino (68) se mató este viernes por la noche antes de ser detenido en su domicilio. Estaba acusado de cobrar coimas para beneficiar a un narcotraficante y “por ser considerado autor penalmente responsable del delito de cohecho pasivo agravado”.
Horas antes, el fiscal de Transición de la Unidad Fiscal Salta, Carlos Amad, había solicitado la detención del ex juez tras una resolución emitida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que había rechazado un recurso de queja presentado por la defensa de Solá Torino, en el marco de la apelación de su condena. Solá Torino iba a ser detenido por Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y alojado en el Servicio Penitenciario Federal Complejo III NOA, en Güemes, a 55 kilómetros de Salta Capital.
Fuentes judiciales confirmaron a que el ex magistrado se pegó un tiro.
El tribunal actuó por pedido del fiscal federal general Carlos Amad y le otorgó a la fuerza de seguridad facultades para allanar el domicilio del exjuez y usar la fuerza pública en caso de ser necesario.
Los agentes de la PSA que llegaron a la casa del exjuez encontraron todo oscuro, por lo que golpearon la puerta, pero nadie les atendió y le consultaron al juez Federico Díaz y al fiscal Amad, quienes los autorizaron a hacer uso de la fuerza pública. Al ingresar, los policías escucharon la detonación de un arma de fuego en un piso de arriba de la vivienda, por lo que subieron de inmediato y encontraron a Solá Torino fallecido.
La investigación de la muerte del exjuez se encuentra a cargo de la fiscal penal Ana Salinas Odorisio, quien ordenó el levantamiento del cuerpo para que sea trasladado al Servicio de Tanatología Forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), donde se realizará la autopsia.
Además, en el lugar del hecho peritos del CIF trabajaron en el levantamiento de muestras y en las pericias de rigor, y encontraron una carta que habría dejado Solá Torino, cuyo contenido quedó en resguardo, detallaron las fuentes judiciales.
Amad había solicitado la detención de Solá Torino, tras conocer la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de desestimar la queja interpuesta por la defensa del imputado, en contra de la resolución que le denegó el recurso extraordinario en la instancia de casación.
En 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta, condenó al exmagistrado a la pena de seis años de prisión, por ser considerado autor penalmente responsable del delito de “cohecho pasivo agravado”, pero la pena debía cumplirse a partir de que la sentencia quedara firme.
Para Amad, con esta decisión de la Corte Suprema la sentencia “adquirió la calidad de cosa juzgada, ya que se encuentra firme, toda vez que el imputado agotó todos los remedios procesales para impugnarla”.
Por ello es que solicitó la detención y el alojamiento del ex camarista en dependencias del Servicio Penitenciario Federal, para evitar su fuga y, por ende, el incumplimiento de la sentencia.
El juicio en contra de Solá Torino comenzó el 3 de noviembre de 2015, concluyó en abril de 2016 y estuvo a cargo de los jueces Marta Liliana Snopek, Federico Santiago Díaz y Gabriel Casas, quienes también le aplicaron a Solá Torino una multa de 90.000 pesos.
En ese proceso oral y público también fueron condenados Héctor Salazar, Graciela Ferreyra y Gabriela Vázquez a tres años de prisión y una multa de 30.000 pesos para cada uno, por ser considerados “partícipes necesarios” de “cohecho activo”.
En tanto, el sindicado narcotraficante Miguel Farfán, que al momento del juicio estaba prófugo pero luego fue detenido y declarado en rebeldía ya que no se sometió al proceso.
La condena de Solá Torino, que durante la etapa de Instrucción fue investigado por el fiscal Ricardo Toranzos, fue ratificada en Casación. Ante esa instancia, su defensa presentó un recurso extraordinario rechazado también por la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, lo que derivó en el recurso de queja desestimado el jueves pasado por la Corte Suprema de la Nación.