Ocurrió al utilizar el snorkel y lo reportó el submarino, aunque lo solucionó.
El problema que reportó el ARA San Juan , al comunicar una avería eléctrica, se produjo por una entrada de agua al utilizar el snorkel, el sistema por el cual el submarino emerge a la superficie para renovar el aire y recargar el sistema de baterías.
Así lo revelaron a LA NACION altas fuentes navales, que insistieron, sin embargo, en que el propio comandante del submarino comunicó que el problema había sido subsanado y que se dirigía a Mar del Plata sin novedades materiales ni de personal. Esa comunicación, que constituyó el último contacto, ocurrió hace una semana.
Dos fuentes navales aseguraron que no se registraron filtraciones, sino un ingreso de agua a través de la tubería del snorkel y eso podría haber generado un cortocircuito en la alimentación de las baterías.
“Todos los submarinos llevan sistemas de alimentación en compartimentos estancos. Si hay una falla en uno, se conecta al sistema de baterías del otro”, explicó, al respecto, el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, al restarle trascendencia a dicha entrada de agua.
En tanto, la lista de tripulantes sigue siendo un misterio y no la difunden ni el Gobierno ni la Armada.
Fuentes del Ministerio de Defensa fundamentaron la negativa en la “protección de datos personales” y señalaron que su difusión corresponde a la fuerza naval. Balbi, el vocero de la Armada, dijo que la lista fue presentada a la Justicia y es reservada. “No la vamos a dar por respeto a los familiares”, insistió.
En tanto, a medida que se pasan los días sin tener noticias del submarino, crece la inquietud por la capacidad de la embarcación y el temor a que le falte oxígeno a la tripulación .
Si bien varios registros técnicos navales indican que el ARA San Juan tiene capacidad para 38 personas, la embarcación lleva a bordo 44 tripulantes, entre ellos siete buzos tácticos, lo que despertó inquietud teniendo en consideración los posibles problemas que podrían plantearse ante un eventual problema con el oxígeno.
“Yo estuve varios años en el submarino ARA San Juan y una vez fuimos a Estados Unidos con una dotación de 50 personas”, especificó, en diálogo con LA NACION, el vocero Balbi, que se formó como submarinista y desarrolló esa especialidad.
Explicó que el submarino tiene 38 camas, pero muchas veces se arman más cuchetas en el compartimento de torpedos, para tener más frecuencia en la rotación de las guardias. “Eso reduce, por supuesto, las posibilidades de tener errores humanos, porque los tripulantes pueden tener un descanso mayor”, graficó el especialista.
En tanto, el experimentado submarinista Horacio Tobías, ex oficial del ARA San Juan, estimó que el buque puede albergar “aspirantes de la escuela de submarinistas, visitantes autorizados, buzos para ejercicios y buzos tácticos, entre otros”.
Dijo, incluso, que el ARA San Juan tiene una capacidad de 70 personas en algunas operaciones. “Si bien puede ser menor la cantidad de camas, hay camas suplementarias. El oxígeno y los víveres se calculan antes de salir y para todos los tripulantes”.
Distintas fuentes consultadas en la Armada señalaron que la capacidad final siempre dependerá de la misión a la que el submarino esté abocado.