La compañía dijo que la decisión se tomó en las últimas 48 horas por el propio Jeff Bezos y su equipo más cercano.
Jay Carney, el principal ejecutivo de políticas de la compañía, le dijo al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y al alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, que no seguiría adelante con los planes de invertir 2,5 mil millones para construir una segunda oficina central en Nueva York.
Amazon se había replanteado establecer su segundo cuartel general en la ciudad de Nueva York debido al unánime rechazo local que critica, entre otras cosas, los miles de millones en desgravaciones fiscales que obtendría la compañía de Jeff Bezos. La tecnológica había elegido Nueva York y Arlington, en el estado de Virginia, como sus nuevas sedes, conocidas como HQ2.
Amazon reconsideraba sus planes de abrir una nueva sede en el vecindario de Long Island City en de la Ciudad de Nueva York después de enfrentarse a una reacción violenta de los residentes locales desde que se conoció la decisión de la compañía en noviembre de 2018.
Así lo aseguró The Washington Post citando fuentes anónimas de la compañía tecnológica. El artículo explicaba que los ejecutivos de Amazon han tenido distintas discusiones recientemente sobre el asunto que les ha hecho repensar los planes de la empresa para Nueva York. Como Amazon aún no había alquilado ni comprado el espacio de oficina para el proyecto, podía retirarse, y, al parecer ya había considerado otras alternativas como el norte del estado de Nueva York o el vecino estado de New Jersey.
La decisión de Amazon de trasladarse a Long Island City, un distrito de Nueva York, provocó un frenesí en el mercado inmobiliario del área, con la subida de precios de alquiler y compra, una mayor demanda de viviendas y la urgencia de los compradores de encontrar ofertas antes de que los precios subieran cuando se trasladara definitivamente la empresa de Bezos. Las inmobiliarias vieron de inmediato cómo su negocio podría aumentar y algunas explicaron que para albergar a los miles de nuevos empleados que Amazon dijo que trabajarían en sus oficinas neoyorquinas, el barrio podría llegar a convertirse en una pequeña ciudad de Amazon.
Mientras que el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde de Nueva York Bill de Blasio promocionaron el plan de Amazon como una forma de impulsar la economía y agregar empleos a la ciudad, algunos políticos y activistas locales han criticado la medida desde el inicio, en parte por los miles de millones en desgravaciones fiscales que conseguiría Amazon.
Como parte del proceso de licitación, el Empire State Development y la Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad ofrecieron hasta 3.000 millones de dólares en exenciones fiscales a la empresa de Bezos, y el estado de Nueva York otorgaría un billón 525 mil millones en incentivos contingentes para que la compañía cree 25.000 nuevos empleos, que se estima tendrán un salario promedio de 150.000 dólares al año.
Esto fue algo muy criticado, entre otros, por la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, cuyo distrito limita con el sitio propuesto de Amazon para su nueva sede.
Los residentes locales, los funcionarios electos y los sindicatos de minoristas y almacenes también han criticado los incentivos que obtendría Amazon. Miles de manifestantes han tomado las calles en Long Island City en varias ocasiones, con emblemas reivindicativos como “AmazNO” o “NoAmazonNYC”, y en las que defendían que “el latido del corazón de la zona es la clase trabajadora y los inmigrantes, no los multimillonarios”. Además criticaban el acuerdo al que se ha llegado con Amazon por ser malo para los contribuyentes y el vecindario.
La encuesta de Amazon
El rechazo y la situación ha llegado a tal punto que, entre otras cosas, Amazon ha tratado de ganarse a sus futuros vecinos publicando un anuncio impreso en algunos de los diarios más grandes de Nueva York, deseando a los residentes un feliz 2019 y prometiendo trabajar y escuchar a la comunidad. Además, dijo que contrataría a gente en los cinco condados de la ciudad, ofrecería capacitación profesional para residentes locales y aportaría más de 27.000 millones en ingresos fiscales estatales y locales que pueden ayudar a “mejorar el metro y los autobuses”.
La empresa de Jeff Bezos también ha realizado su propia encuesta en Nueva York que concluye que más de la mitad de los neoyorquinos creen que el proyecto. La encuesta encargada a “HarrisX” preguntó a finales de enero por email y por teléfono a los votantes registrados en la ciudad. Las encuestas telefónicas se realizaron con entrevistadores en inglés y español, dijo la firma, que agregó que el margen de error es de 3,3 puntos porcentuales.
“Los resultados de este sondeo son buenas noticias tanto para Amazon como para la ciudad de Nueva York”, decían tras publicar los resultados. “Una mayoría de votantes de la ciudad dice que la economía de Nueva York va en la dirección equivocada, y consideran que el HQ2 proporcionará un impulso a esa economía”, explicó en un comunicado Dritan Nesho, CEO de “HarrisX”, quien continuaba explicando que “siguen existiendo algunas preocupaciones sobre el aumento de los precios de la vivienda y el transporte, pero en general el público considera que el aterrizaje de Amazon HQ2 en Long Island City es una victoria para Nueva York”.
El senador Michael Gianaris, que tiene el poder de vetar algunos aspectos del acuerdo con Amazon, se rió de la encuesta. Por su parte el demócrata Corey Johnson, presidente del Consejo de la Ciudad de Nueva York, cuestionó la veracidad de los resultados. “Si crees en estas encuestas, te doy 500 millones en efectivo para financiar tu empresa, además de otros 2.000 millones en incentivos”, tuiteó, refiriéndose a los incentivos descritos para Amazon como parte de su trato con la ciudad y el estado.
El demócrata Jimmy Van Bramer, concejal y líder Adjunto del Consejo de la Ciudad de Nueva York, también a través de su Twitter se jactó de la encuesta: “así que una encuesta pagada por Amazon revela que todos en el barrio están encantados con la nueva sede en LIC. ¡Es chocante!”.