Identificado como DC, participó de la recolección de pruebas en la casa de Nisman; rectificó un dato sobre la puerta del baño.
Llegaba a su trabajo cuando en la puerta de la obra lo frenó un policía. Le pidió el documento y le dijo que tenía que acompañarlo, que iba a ser testigo de un procedimiento enfrente, en las torres Le Parc.
DC, carpintero, entró minutos antes de las 7 al departamento donde el día anterior había muerto Alberto Nisman. DC son sus iniciales; él le pidió a la nacion que no se publicara su nombre (“por seguridad”, dijo). Es la misma persona que la semana pasada presentó Telefé. Ya estaba ahí Natalia Fernández, también testigo, pero, a diferencia de lo que relató ella a los medios, él afirma que en las más de cuatro horas que estuvo no vio nada irregular.
“Yo no sé qué vio Natalia, pero yo no vi a nadie comiendo ni tomando café. Había mucha gente, pero estaban trabajando”. Según él, revisaban, filmaban y secuestraban cosas. “Nadie se reía. Había clima de trabajo”, afirmó. Cuando él llegó al departamento, Fernández ya llevaba varias horas allí.
“El ascensor principal no andaba, entonces los dos policías, mi compañero [también testigo] y yo subimos por el de servicio. En el living y el comedor había unas 15 personas de Prefectura. En la mesa vi papeles y una carpeta amarilla, y un prefecto en la punta que pasaba datos a una netbook. Sentada en el sillón del living estaba esta chica Natalia con otra. Siempre la vi sentada, como un poco recostada. Ellas eran testigos de la Prefectura, nosotros de la policía. Había peritos buscando huellas y esas cosas”, relató.
“Entonces nos llevan por el pasillo y se acerca el jefe de Homicidios, de traje, que se identifica y nos da la mano. En esa parte había unas diez personas más. Estaba la fiscal Fein”, amplió.
“En el cuarto de las nenas había un escritorio con una netbook prendida y unos discos, creo que discos extraíbles, en el piso. «Acompáñenme», nos dice el jefe. Fuimos al cuarto de Nisman. Estaban Fein, peritos y uno que filmaba todo. Miro para el baño y veo por lo menos un metro de sangre y en el pasillo del vestidor pisadas de sangre. Sentí un escalofrío… Hasta en la parecita de la bañadera había sangre.”
-¿Cómo eran esas pisadas?
-Eran de los peritos que habían sacado el cuerpo, seguro. Porque el cuerpo ya no estaba.
-¿Cómo era la puerta del baño?
-Yo dije que era corrediza, pero me confundí. Era corrediza la que daba del cuarto de Nisman al vestidor. La del vestidor al baño era de las otras [LA NACION confirmó que las puertas eran así con los planos del departamento].
-¿Quiénes entraron al baño?
-Entraron la fiscal Fein, el jefe de Homicidios y una cámara. Había un perito que iba secuestrando medicamentos.. no me acuerdo qué eran. Meten todo en una bolsa y lo van filmando. Estaba todo ordenado, toda la casa impecable. El televisor de la habitación estaba prendido en MTV, el canal de música [la madre de Nisman declaró que cuando entraron al departamento ese televisor estaba prendido]. Después revisaron la caja.
-¿Estaba abierta?
-No, vino la madre de Nisman con un cuadernito, nosotros miramos para otro lado y ella puso la clave. Había un cheque de 200.000 pesos y pasaportes, creo que cuatro. Vi la foto de un hombre que no era Nisman. Era morocho, medio gordito. Después sacaron más cosas, pero eso lo vio mi compañero. Yo me fui al otro cuarto. Ahí firmé las fajas de secuestro. Un perito nos lee el acta y yo iba viendo los números de serie para controlar.
-¿Vio gente comiendo o tomando café?
-No, para nada. Yo no sé qué vio Natalia, pero yo no vi nadie comiendo ni tomando café. Había mucha gente, pero trabajando. En el vestidor del cuarto de la nena encontraron cuatro netbooks, no nuevas, como de trabajo. Ponían todo en la cama. En un momento Fein se sentó. Dijo: “Estoy sin dormir”. Ella era normal, agradable, dirigía todo el tiempo a los peritos. Trabajaban en silencio. Yo no sabía quién había muerto. Después llegó uno de los policías y le dijo que no andaban algunas cámaras. “Qué poco control en este edificio”, dijo Fein, y me acuerdo que dijo: “Qué vergüenza”.
-¿Usaban los baños?
-No. Fein fue al baño del cuarto de la nena, pero cuando ya habían pasado los de las huellas.
-¿Cómo era el clima?
-Era tranquilo, de trabajo, cada uno con su tarea. Había polvo en casi todas las puertas buscando huellas. Pero no se veía nada raro. Yo me fui con la sensación de un suicidio. Pensé, ¿cómo se va a matar? Todavía pienso en las fotos que vi ahí de él con las nenas… Si fue asesinato, fue muy profesional.
“ALGUNAS DIFERENCIAS”
“Puede que entre lo que le dije a Clarín y lo que declaré [en la causa] haya diferencias, porque fui mucho más puntillosa con horarios y demás, pero no cambié mi relato en sí. Más que nada mi problema de memoria es con los horarios”, afirmó en diálogo con el diario Perfil Natalia Fernández, la testigo del operativo en la casa del fiscal Alberto Nisman.
Ofuscada por sus palabras, la fiscal a cargo de la causa, Viviana Fein, había dicho que la joven se había retractado durante su declaración en sede judicial después de que denunciara irregularidades en la toma de pruebas.