El periodista Alfredo Silleta, habló en la 99.9 sobre la denuncia de acoso sexual y laboral contra Alejandro Mosquera, funcionario de la Comisión Provincial por la Memoria y que derivó en su renuncia. “En un lugar de poder, el ejemplo es fundamental, mínimamente”, opinó.
La denuncia contra Alejandro Mosquera por acoso sexual y laboral que fue abordado en la 99.9 semanas atrás sigue teniendo sus repercusiones, además de la renuncia del funcionario de la Comisión Provincial por la Memoria.
En esta oportunidad, quien habló del tema en la 99.9 fue el periodista radicado en La Plata, Alfredo Silleta que se dedicó a investigar esta particular situación: “la Comisión Provincial por la Memoria es un organismo autárquico que fue montado en el año 99 y 2000 cuando se encontraron los archivos de la policía en la época de la dictadura. Los que están ahí son hombres, ellos tuvieron un cruce cuando renunció Estela de Carlotto”, indicó sobre la historia de la entidad en cuestión. Continuando con la explicación, abundó que “ahora sucedió que el Secretario Ejecutivo, Alejandro Mosquera, un ex diputado del FREPASO, tuvo una denuncia de una secretaria privada. La típica denuncia de acoso sexual y laboral, que cuando la chica lo rechazó comenzaron los maltratos. La chica hizo la denuncia hacia una organización y se armó un gran escándalo interno”.
Como en todo caso de abuso, es muy difícil encontrar pruebas del hecho: “esto es muy difícil de comprobar porque son las palabras de uno contra otro, él no negó que haya sucedido pero tampoco se pudo comprobar. Hubo varias asambleas de los trabajadores e incluso de los directivos, planteándole que renunciara por un tema ético ya que es una institución que se dedica a los derechos humanos. Finalmente salió un comunicado muy light que trataba de dejarlo bien parado a él”.
Sin embargo, Mosquera no fue el único que dio un paso al costado, sino que hubo otros integrantes de la Comisión que “solidariamente” hicieron lo propio. “Después hubo 6 personas más que renunciaron porque la Comisión se dividió. Tres de ellos publicaron un artículo bastante tonto el pasado domingo en Página/12. No se pone en tela de juicio su lucha por los derechos humanos, pero lo que hizo o no con esta chica es otra cosa. La causa ahora debe seguir en la justicia”, señaló Silleta.
La ecuación siempre es distinta de lo que debería ser para estos casos y el periodista explicó que “siempre se considera a la víctima como la primera responsable, cuando lo primero que hay que hacer es escuchar y apoyar a la víctima. El acosador es quien tiene el poder y es el jefe. Lo mínimo que se pedía eran sanciones porque pertenece a la provincia de Buenos Aires a pesar de ser autárquico y se rige por las leyes provinciales”.
La decisión de los funcionarios que como apoyo a Mosquera, también renunciaron a su cargo, a Silleta le parece incorrecta: “esto no es una cuestión de uno o dos días, sino son meses de extorsión y maltrato. Los que renuncian por una cuestión personal es muy poco serio, dejar un lugar importante en la Comisión Provincial por la Memoria para seguir a un compañero, me parece poco serio. En un lugar de poder, el ejemplo es fundamental, mínimamente”.
A pesar de que algunos medios puntualmente se dedicaron a hablar del tema, en los grandes medios, nadie le dio mucho espacio: “este tema no trascendió a nivel nacional porque es un tema político. Pérez Esquivel estaba muy crítico del Gobierno Nacional y lo protegieron para que no saliera a la luz. Fue un tema tapado, escondido en los grandes medios nacionales”, concluyó.