El convoy, que viajaba de Seattle a Portland, entró a 130 kilómetros por hora en una curva donde el límite es 50 kilómetros por hora.
El tren que descarriló el lunes por la mañana cerca de Seattle, Estados Unidos, entró a 130 kilómetros por hora en una curva donde el límite de velocidad es 50 kilómetros por hora. El dato, que es el primer indicador claro de las posibles causas del accidente, lo confirmó una portavoz de la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte de EE UU en la medianoche del lunes, hora de Seattle, por la mañana en España. Al menos tres personas murieron en el accidente.
Más de 70 personas fueron trasladadas a hospitales como consecuencia del accidente, entre pasajeros y conductores de la autopista interestatal 5 que vieron como les caía encima un tren desde un paso elevado en plena hora punta de entrada a Seattle, a las 7.40 de la mañana. 60.000 personas utilizan este tramo de la interestatal 5 cada día, según la oficina de tráfico de Tacoma. A última hora del lunes permanecían en estado grave 10 de los heridos. El tren consistía en dos locomotoras Siemens y 12 vagones Talgo pendular. Solo una locomotora quedó sobre las vías.
Justo antes del paso elevado por el que se precipitó el tren hay una curva pronunciada a la izquierda. Ese es el punto donde la velocidad límite son 30 kilómetros por hora. En un primer momento, las autoridades sospecharon que el tren había chocado con algo. La grabación de la llamada de emergencia del conductor indica que este tampoco sabía lo que había pasado.
Viaje inaugural del Amtrak 501
El tren Amtrak 501 era la culminación de una gran renovación de los transportes de los alrededores de Seattle, una de las zonas urbanas más congestionadas del Oeste de EE UU. Se trataba de una línea rápida que prometía hacer el trayecto hasta Portland, Oregón, en tres horas y media. El proyecto había costado 181 millones de dólares y consistía en desviar el tren por una ruta interior antiguamente utilizada por trenes militares y de mercancías, en vez de usar una ruta por la costa con muchas curvas que impedía dar mayor velocidad a los trenes. Las vías habían sido adaptadas para el nuevo tren rápido.
El viaje del lunes por la mañana, con 86 personas a bordo, era el viaje inaugural del Amtrak 501. Salió de Seattle a las 6.00 de la mañana en dirección a Portland. El accidente ocurrió en la localidad de DuPont, cerca de Tacoma, el pueblo donde está el aeropuerto de la gran conurbación de Seattle.
Chris Karnes, jefe del Consejo de Transportes se encontraba a bordo tuiteando sobre el viaje. A las 7.30 de la mañana, escribió: “Uau, esto sí que es rápido. Una vez que sales del centro de Tacoma, vas a Portland a 127 kilómetros por hora. Estamos adelantando al tráfico de la I-5”. Tres minutos después, añadió: “De Tacoma a DuPont en unos 15 minutos”. A las 7.41, se había producido el accidente: “Parece que el tren ha chocado con un camión. Yo estoy bien, pero el tren está destruido”. Veinte minutos después ponía una foto de varios vagones tirados en la cuneta: “El tren ha descarrilado. Los servicios de emergencia están en el lugar. Daño masivo. Hay gente herida”.
La emisora local de CBS entrevistó a Karnes, que detalló: “Habíamos pasado la ciudad de DuPont y parecía que estábamos pasando una curva. De repente, oímos un ruido de metal retorcido y sentimos como si cayéramos por una colina”. Al darse cuenta de que había descarrilado, los pasajeros empezaron a romper las ventanas para escapar. “Lo siguiente es que nos empotramos en el asiento de delante, se rompieron ventanas, nos paramos y empezó a salir agua del tren. La gente estaba gritando”. Karnes afirmó que las vías habían sido adaptadas supuestamente a los nuevos trenes de alta velocidad. Sin embargo, algunas autoridades locales habían advertido del peligro de un tren rápido por una ruta que no está vallada y que cruzan vehículos y personas en distintos puntos. La ruta tiene varios pasos a nivel de calle.
El presidente Donald Trump aprovechó el accidente para recuperar uno de sus mensajes de campaña electoral sobre las infraestructuras. “El accidente de DuPont muestra más que nunca que el plan de infraestructuras que vamos a presentar muy pronto se tiene que aprobar rápido. ¡Siete billones de dólares gastados en Oriente Medio mientras nuestras carreteras, puentes, túneles (y más), se deshacen!”, escribió el presidente, que hizo este mismo argumento varias veces en campaña.