Los acuerdos para evitar juicios con el entramado de empresas responsable de esta crisis han llevado a indemnizaciones de más de 50.000 millones de dólares.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha determinado este jueves que el acuerdo de quiebra del fabricante de opioides Purdue Pharma, que protegía el patrimonio de la poderosa familia Sackler de futuras demandas, viola la ley.
El Supremo ha estipulado que dicho acuerdo incluía de manera inapropiada protecciones legales para la familia Sackler, por lo que los acuerdos de miles de millones en indemnizaciones a las víctimas podrían estar amenazados.
Cinco magistrados del Alto Tribunal se pusieron del lado del Gobierno federal en este caso, frente a cuatro que consideraron que la ley de bancarrotas fue aplicada de manera adecuada en el proceso de quiebra.
Purdue Pharma declaró su bancarrota en 2019 para hacer frente a miles de demandas por los estragos producidos por la prescripción descontrolada del opiáceo OxyContin, la semilla de una epidemia de adicciones que aún persiste como una de las grandes crisis sanitarias de Estados Unidos.
El fallo considera que el complejo proceso de bancarrota de Purdue no protege a la familia Sackler de futuras demandas, ya que eso no está contemplado en la ley de bancarrotas.
Gobiernos locales y estatales, hospitales y familias de las víctimas han iniciado litigios contra los productores de opiáceos, las empresas de distribución y el sistema de prescripción y promoción de esos medicamentos contra el dolor por abusos y por ignorar los problemas de adicción que generaban.
Los acuerdos para evitar juicios con el entramado de empresas responsable de esta crisis han llevado a indemnizaciones de más de 50.000 millones de dólares.
Como parte de su bancarrota, Purdue acordó indemnizaciones de hasta 10.000 millones de dólares y que la familia Sackler pagara 6.000 millones y cediera el control de la compañía a cambio de protección contra demandas.