Carolina Repetto y Francisca Ulloa desarrollaron un circuito gratuito por íconos de CABA. Se pueden ver fotos históricas y acceder a información arquitectónica y patrimonial.
Pararse frente al Teatro Colón y verlo, al mismo tiempo, desde ese mismo ángulo, tal como lucía en las primeras décadas de 1900, parece casi un desafío que roza la realidad virtual.
Un poco en esa idea se basaron Carolina Repetto y Francisca Ulloa, dos historiadoras de 26 años, que crearon BA en Foco. Algo así como un viaje al pasado, que se hace caminando, pero sin moverse del 2022: solo hay que escanear un código QR con el celular.
Se trata de un proyecto de historia pública, que combina imágenes del Archivo de la Nación con datos curiosos, un mapa y amplia información patrimonial y arquitectónica en cada punto señalado.
Un recorrido histórico gratis, en la palma de la mano
El proyecto, que pensaron en 2019 y lograron sacar a las calles este año, propone revalorizar una selección de espacios en la Ciudad de Buenos Aires, de relevancia para el patrimonio urbano, superponiendo su aspecto actual con fotografías tomadas durante el siglo XX.
Ambas son licenciadas en Historia por la Universidad Torcuato Di Tella, y actualmente realizan distintas especializaciones.
“Estudiamos e hicimos siempre trabajos juntas, por eso cuando terminamos surgió esta idea, para encarar un proyecto común y pensando en cómo continuar la trayectoria de la carrera”, cuenta Carolina a TN. “Esta idea surgió desde el interés de las transformaciones y la historia urbana”, dice.
El objetivo del proyecto, que ya está en pleno funcionamiento, es crear una suerte de “diálogo” entre la actualidad y las realidades del pasado. Para eso, colocaron en distintos puntos históricos, como el Palacio de Tribunales, el Obelisco, y el Museo de Bellas Artes placas con un código QR que se lee con dispositivos electrónicos como celulares o tablets.
“Pensamos en qué nos gustaría poder ver desde el celular, desde el punto en el que estés, pero en el pasado”, indica Francisca. “Y llegamos al QR como algo que todo el mundo pudiese usar. Es una herramienta muy sencilla, que en ese momento estaba recién comenzando a utilizarse. Pero después, con la pandemia, explotó”, agrega.
Según plantean, el propósito era que no se tratara de un recorrido virtual que se haga desde casa. ”Sino que lo puedas vivir mientras caminás, encontrarte con esa historia, en el mismo escenario”, proponen.
Con el proyecto más que delineado, comenzaron a moverse para conseguir financiación para el desarrollo. Aplicaron al programa de Mecenazgo de la Ciudad y a distintos fondos para poder costear. Fueron seleccionadas en el programa y una empresa privada aportó dinero.
“Esto sucedió a fin de 2019 y después arrancó la pandemia”, recuerda Carolina. “El Archivo estuvo cerrado hasta aproximadamente agosto de 2021. Pero por suerte en ese tiempo fuimos recopilando información con libros e Internet”, cuenta sobre el arduo trabajo que encararon.
“Charlamos con expertos de distintas áreas, profesores, historiadores, gente del rubro de turismo, arquitectos, para ver cómo podíamos ampliar el proyecto”, agrega Francisca. “En ese tiempo de pandemia fuimos afianzando y mejorando el trabajo. Es lo que queda en la última versión”, dice.
Qué hay detrás de las placas con el QR
Quienes se topen con las placas con los códigos en el centro histórico de la Ciudad, una vez que los escaneen, lo primero que verán es una imagen de ese mismo lugar, desde ese ángulo exacto, pero tomada décadas atrás.
“La antigüedad varía de acuerdo a cuándo se haya empezado a fotografiar, los materiales que había en ese momento, cuándo empezaron a ser objetos fotografiables”, explican las jóvenes.
El código, entonces, dirige al usuario a un sitio web en el que, además de las fotos, a una galería e información distribuida en tres niveles: uno con un párrafo introductorio; otro de “datos curiosos”, y otro que profundiza en el patrimonio artístico y arquitectónico, entre más detalles.
Para la confección final trabajaron junto al diseñador web Lucas Santamarta. “Él colaboró también aportando ideas, como la de sumar el carrousel de datos curiosos, por ejemplo, y varias ideas para potenciar la página”, remarcan.
Entre los puntos más importantes, hacen hincapié en la importancia de realizar los recorridos caminando y, por supuesto, elegir hacia dónde.
“Lo que proponemos es que la persona que está en la casa, pueda ir y hacer un circuito, más allá de mirar solo la foto detrás de la placa. Fue difícil pensar una curaduría que integre un barrio entero, que a la vez funcione como algo independiente. Pero nos divierte verlo como recorrido, y no tanto como puntos separados”, reflexiona Francisca.
El objetivo, de cara al futuro, es ampliarlo a más barrios y también a otras provincias. La prioridad, según remarcan, será Salta, ciudad donde nació y vivió hasta los 18 años Francisca. “La única limitación que tiene es que los puntos del recorrido deberían ser geográficamente cercanos unos de otros”, aclara Carolina.
Cuáles son los recorridos disponibles en la Ciudad
Hay dos recorridos, desplegados en 13 placas en total:
Recorrido Clásico: comprende Obelisco, Congreso, Palacio Barolo, Tribunales, Teatro Colón, Diagonal Norte y Casa Rosada.
Recorrido Recoleta: comprende Biblioteca Nacional, Museo Nacional de Bellas Artes, Facultad de Derecho, Plaza Intendente Alvear, Palacio Alvear, Plaza San Martín.
Si bien el usuario puede optar por realizar una visita independiente, la propuesta de recorridos está diseñada para facilitar el acceso a grupos turísticos o educativos.