Entró en vigencia de los últimos días.
El uso de drones ya tiene una norma que regula su uso y entró en vigencia en los últimos días, por la que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) exige el registro de los operadores y los vehículos aéreos según el tipo de uso.
Así, con más de 1.200 vuelos realizados, el productor audiovisual Iván Insausti, especializado en registrar contenidos desde vistas panorámicas aéreas, tuvo que registrarse como operador de drones, indicó un matutino porteño.
La norma busca regular el uso de los drones y exige que todas las personas deban gestionar una autorización de uso para este tipo de dispositivos electrónicos, tanto sea para uso personal y recreativo como para su operación en entornos urbanos, rurales y áreas densamente pobladas.
Desde la ANAC, señalan que la elaboración de la norma comenzó en enero y tuvo la participación de diversos actores, como el Instituto de Tecnología Industrial y el Consejo de Ingeniería Aeronáutica, junto a otras organizaciones y empresas involucradas en el uso de los drones.
Los drones tienen un futuro importante en la actividad agropecuaria ya que comienzan a utilizarse intensamente con el barbecho de los cultivos de invierno y no se detienen hasta la cosecha del cultivo de verano, porque transmiten datos fundamentales para el manejo agrícola.
“Hay productores que sólo quieren los drones para monitoreos simples pero hay otros que los están pensando para tomar imágenes complejas y decisiones técnicas ajustadas”, aseguró en una reunión en Córdoba sobre estas máquinas, Andrés Méndez, un experto en la temática.
Sergio Marinelli, apasionado por la mecánica y, su hijo, aficionado al aeromodelismo, se unieron para fabricar drones destinados a trabajos agrícolas.
Marinelli aclaró que “la principal fortaleza de estas herramientas es la cantidad y la calidad de información que brindan en tiempo real”.
Mientras que Ramiro Saiz, desarrollador de drones y secretario de la Asociación Argentina de Sistemas Aéreos Tripulados Remotamente (Arpasa, por sus siglas en inglés) sostiene que “la agricultura apoyada en drones hoy está en riesgo”.
“La legislación de la ANAC limita los vuelos agrícolas hasta los 120 metros de altura (400 pies). Para la agricultura, limitar la altura es restringir las hectáreas para hacer fotografías”, manifestó.
En tanto, la ANAC no considera actividad recreativa la fotografía, filmación u observación no consentida de terceros o de sus bienes o pertenencias ni la realización de actividades semejantes al trabajo aéreo. (NA)