Otra vez, el argentino Emanuel Ginóbili logró estar en el centro de la escena del básquetbol mundial. Su equipo, San Antonio Spurs, no pudo destronar a Miami Heat en las finales de la NBA, pero entregaron una final apasionante.
La definición del torneo de básquetbol más importante del mundo tuvo, una vez más, a Manu Ginóbili y los Spurs como protagonistas. Aunque Miami Heat era el favorito, San Antonio puso en jaque al equipo de las estrellas y llevó el desenlace hasta el séptimo partido, que se resolvió en los últimos instantes.
Manu demostró que sigue teniendo la misma determinación de siempre y, también, que mantiene el magnetismo con los fanáticos de San Antonio, que lo tienen como gran referente y máximo ídolo de la comunidad latina. Aunque su equipo estuvo muy cerca del título en el sexto juego en Miami, el poderío de los Heat con LeBron James y Dwayne Wade fue desequilibrante para la consagración del campeón.
Emanuel Ginóbili mostró su tristeza por la derrota ante Miami, pero reconoció que está orgulloso de lo que logró el equipo en esta temporada. Según Manu, el traspié de los Spurs en el sexto juego fue un factor determinante en la definición del campeonato.
Minutos después de finalizado el partido, el jugador argentino intentó hacer una análisis de la final. “Cuando la diferencia entre ganar o perder el campeonato se define por un tiro, un rebote o algo así, realmente cuesta ser muy crítico, porque sería un poco injusto. Si uno de esos dos tiros se erraba, o si uno de eso dos rebotes no se agarraban, hoy éramos todos unos héroes y estábamos todos festejando haciendo un parade en San Antonio, y éramos todos fenómenos. Es un momento feo. Después de lo que pasó, jugamos un partido 7 aceptable; ellos estaban inspirados y nos ganaron bien. Todos teníamos en la cabeza el partido 6. Duele. Hay que darles la mano y felicitarlos porque fueron mejores, metieron más, pero lo que pasó en el partido 6 no se pudo borrar. Esto pasa un millón de veces. Pasó en Indianápolis, pasó en Japón. En la carrera de un jugador, esto pasa. Hay veces que uno está arriba y otras veces te toca en contra. Es como funciona esto”, dijo.
La definición del sexto juego que Miami le arrebató a los Spurs, cuando prácticamente estaba cerrado, fue un impacto muy difícil de sobrellevar para San Antonio. En ese sentido, Manu aseveró: “el partido 6 fue durísimo, lo teníamos casi ganado. Era como tirar una moneda al aire. Eso es lo que jode. Si perdíamos por 20 el sexto y hoy así, no se me caía ninguna chapa por darles la mano y que te ganen porque son mejores que vos”.
Más allá de la desazón de la derrota, el escolta bahiense supo valorar lo conseguido por el equipo. “Hicimos una temporada impresionante. Todos los años nos descuentan y seguimos estando ahí. No ganamos de milagro. Hubiese sido algo memorable un gran premio a Pop y a Tim, a los 37 años, y a este equipo de laburantes. No tenemos a LeBron, no tenemos a Durant, no tenemos a Kobe. Tenemos que pasarnos la pelota y laburar”, expresó.
Sobre el séptimo juego que derivó en la consagración de Miami Heat, Manu señaló: “vinimos siempre de atrás, pero siempre la peleamos. Tim tuvo una bandeja abajo del aro para empatar a 50 segundos, creo. Estuvimos ahí. Uno trata de ver las cosas positivas y estoy orgulloso de lo que hicimos, pero el trofeo lo tienen ellos”.
En relación al futuro, Ginóbili afirmó que por ahora solo piensa en descansar. “Fueron un par de días jodidos y mi cabeza está hecha una licuadora. Quiero estar con mi familia, descansar, limpiar la cabeza, volver a mi casa, disfrutar de mi gente y con el tiempo veré qué pasa. Ahora estoy triste, desilusionado. Hubiese sido algo increíble ganarle al campeón de visitante. Hubiese sido algo muy emocionante. En perspectiva, lo pondré con el tiempo”, finalizó.
La figura de Manu Ginóbili sigue peleando un lugar entre los mejores deportistas argentinos de la historia. Tiene todas las condiciones deportivas y personales para serlo. Este capítulo de las finales de la NBA 2013 también lo engrandece, a pesar de no haber logrado el título. Su lucha por sacar adelante al equipo quedó demostrada hasta el final y su carácter siempre fue factor, más allá de los errores cometidos.
Ginóbili es sinónimo del éxito de San Antonio, dicen los lugareños, que antes de su llegada y la de Tim Duncan sufrían por ser siempre los últimos de la Liga. Ahora, Manu es leyenda, con tres títulos ganados en cuatro finales disputadas y con sed de revancha, de poder entregar algo más después de no haber podido concretar esta temporada como hubiese deseado. Los Spurs lo esperan, y seguramente él querrá despedirse a lo grande. Y aunque quisiera retirarse hoy mismo, lo conseguido hasta acá es tan trascendente para la historia de la franquicia que los fanáticos deben estar agradecidos para toda la vida.