Mientras muchos se quejan del “súper peso” ante un dólar en caída, Lucas Llach deslizó que no hay atraso en términos reales.
En los bancos y agencias de cambio de la city porteña, el dólar está barato: centavos más o menos, hoy se vende todavía por debajo de los $ 15,80, a un precio similar al que tenía en noviembre del año pasado y recién saliendo de los niveles mínimos en lo que va de este año que tocó esta semana.
A 15,78 pesos (cotización oficial de este mediodía), el dólar minorista está apenas 80 centavos más caro que lo que costaba hace un año: es decir que, con una inflación de cómo mínimo el 30% y más bien cercana al 40%, la divisa norteamericana se encareció solo un 4%, lo que implicaría que está por lo menos un 20% más barata que hace un año en términos reales (aunque estuvo “más barata” en distintos momentos del 2016). Por eso muchos hablan del “súper peso” y se muestran preocupados por el atraso del tipo de cambio real.
Sin negarlo abiertamente, el vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, cuestionó los análisis que se están haciendo sobre el tema, básicamente porque la comparación se hace sólo con el dólar.
“Qué poco se mira al mundo cuando en la Argentina se habla de tipo de cambio real”, criticó el economista a través de su siempre activa cuenta de Twitter.
Junto a su tuit, Llach publicó un cuadro en el que compara el tipo de cambio real de varias monedas según el Banco de Pagos Internacionales (Bank for International Settlements –BIS-) de Basilea y en el que el peso está entre los devaluados y no entre los más apreciados.
El del Banco de Basilea es un tipo de cambior real multilateral, es decir que no tiene en cuenta sólo la relación de cada moneda con el dólar sino la relación de las distintas monedas entre sí. En esa comparación, el peso argentino estuvo en enero prácticamente al mismo nivel que tenía en enero del 2016, a pesar de que la inflación estuvo muy por encima de la devaluación del peso con respecto al dólar.
Otras monedas, en cambio, tuvieron a lo largo de esos 12 meses una apreciación considerable, encabezadas, entre las del cuadro que tuiteó el vicepresidente del Central, por el real de Brasil y el rand sudafricano; en la otra punta, las monedas más devaluadas en el mismo período fueron el peso mexicano y la lira turca.