Charly Karamanian y Alejandro Bollana son uno de los 17 finalistas del desafío CubeSat organizado por la agencia espacial. El proyecto integra una red satelital láser y blockchain. El sistema serviría para realizar misiones especiales para proveer asistencia en zonas de desastres naturales. Hace unos meses fueron premiados por idear un sistema para eliminar los excrementos de los astronautas en el espacio.
Los argentinos Charly Karamanian y Alejandro Bollana diseñaron un novedoso sistema de comunicación que incluye casco de realidad aumentada, blockchain y una red satelital láser. Esta solución, a la que bautizaron QEBELS Network, quedó finalista en el desafío CubeSat de la NASA.
El objetivo de la competencia es encontrar soluciones novedosas y prácticas, empleando nanosatélites, para darle soporte al Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos (USSOCOM). Este invento argentino permitiría mejorar los operativos de rescate, optimizar la lucha contra el terrorismo y proveer asistencia humanitaria.
“Desarrollamos un casco de realidad aumentada para recibir datos de los nanosatélites y drones. Esa información se recibe y envía mediante láser infrarrojo y de manera portátil, sin tener que usar grandes telescopios, ésa es una de las principales novedades más destacadas”, detalla Karamanian, en diálogo con Infobae.
Desde el casco se obtiene información en tiempo real. Así, se puede generar un mapa tridimensional de la zona de rescate, las siluetas de las personas que se busca ayudar y todo tipo de información vinculada con cuestiones ambientales como la temperatura, viento y otras variables que podrían incidir en el operativo.
El uso de óptica compuesta fija (fotónica integrada) sobre el casco permite recibir un enlace láser en movimiento desde cualquier dirección. “Cada óptica simple proporciona una pequeña pieza del rompecabezas que se despliega sobre el casco y se obtiene un área óptica receptora mayor a la de un telescopio Cassegrain de 15 pulgadas, pero de manera más sencilla y, sobre todo en un wearable como es el casco, que es portátil”, analiza Karamanian que es contador y cuenta con un posgrado en innovación y prospectiva tecnológica.
El diseño de este caso se inspiró en los ojos de la libélula, que son compuestos y están integrados por 24 mil omatidios o pequeños compartimentos. Cada una de estas facetas percibe y refleja la luz de una dirección de particular y luego se integran todas esas micropartículas en un mosaico con la imágen completa.
La naturaleza está presente en cada elemento de este dispositivo. El láser de comunicaciones utilizado para enviar datos está montado sobre un gimbal o plataforma motorizada que se encarga, por medio de un algoritmo de control y sensores, de apuntar y seguir a los CubeSats y drones que sobrevuelan el área. “En este caso nos inspiramos en el aguijón del escorpión”, detalla el especialista.
Para llevar adelante esta solución, el equipo argentino propuso emplear una docena de nanosatélites de unos 10 centímetros de alto y 2,5 kilos. Los enjambres de abejas sirvieron como inspiración para imaginar el funcionamiento de esta red de CubeSats, que son satélites de observación de órbita baja (LEO) que sobrevuelan la Tierra a unos 700 kilómetros del suelo.
“Además usamos satélites de retransmisión geoestacionarios con láser para vincular los CubeSats con las estaciones terrestres y así lograr la transmisión de datos en tiempo real”, se detalla en el proyecto.
El blockchain del “enjambre de CubeSats” entra en juego para generar un registro cronológico y confiable con el fin de asegurar la red contra cualquier posible hackeo. “Cada información está replicada en cada nanosatélite. El blockchain da seguridad por redundancia y por consenso en las comunicaciones”, señala el especialista.
Karamanian y Bollana están entre los 17 finalistas del desafío de la NASA donde se evaluará la innovación, utilidad y factibilidad técnica. A mediados de diciembre se conocerán los ganadores.
En total hay 35 mil dólares en premio que se reparten entre 7 ganadores que recibirán, cada uno, 5 mil dólares. Una de esas distinciones es el People´s Choice Award que, como indica su nombre, depende del público. Para votar por el proyecto de ellos se debe ingresar a la siguiente página y buscar QEBELS Network o bien directamente ingresar en este link. La votación se cierra el 16 de noviembre.
Bollana y Karamanian comenzaron a trabajar juntos el año pasado e integraron este dúo al que decidieron llamar BioInspired Argentina, porque sus soluciones se basan en la observación de la naturaleza.
En febrero ganaron el Space Poop Challenge por un sistema de recolección y procesamiento de excrementos que les permitirá a los astronautas hacer sus necesidades dentro del traje espacial durante seis días.
La materia fecal se almacena en un dispositivo removible que luego es eliminado en el espacio y se desintegra antes de ingresar en la atmósfera. El equipo también integra un componente líquido, que se traslada por un tubo, para higienizar las zonas genitales.
En esa oportunidad se basaron en el comportamiento de los los peces rémora, la lamprea y la anaconda para idear esta solución.