El Gobierno enviará un proyecto al Congreso que tomará el valor de mercado de las viviendas.
El Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para modificar el Impuesto a los Bienes Personales, con el objetivo de que los inmuebles se declaren a valor de mercado y se incrementen las alícuotas aplicadas. Al menos, eso es lo que anunció el viernes el director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray. La propuesta derivaría en un aumento de la población alcanzada por el gravamen y, también, del peso de la carga fiscal que abonan los contribuyentes afectados.
Desde 2007, están alcanzados por Bienes Personales quienes tienen activos gravados (inmuebles, vehículos y cuentas corrientes) por un valor superior a los $ 305.000. Pese a la inflación, ese monto se modificó solo una vez desde la creación del tributo, en 1991. En aquel entonces, se había fijado el tope en $ 102.300, equivalentes hasta 2002 a US$ 102.300. Con la última modificación, según recuerda César Litvin, presidente del Instituto Tributario, se subió además el peso del impuesto, ya que antes se calculaba sobre el excedente de ese valor no imponible y ahora el porcentaje (de 0,5, 0,75 o 1% según el caso) se calcula sobre la totalidad del monto declarado.
En el caso de inmuebles, se declara el mayor de dos valores: el escriturado en el momento de la compra o el fiscal informado en las boletas de impuestos municipales, en algunas jurisdicciones más actualizado que en otras. Según apuntó José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, la brecha entre el valor fiscal y el real de mercado depende de la zona. Por lo general, es más elevada en la Provincia de Buenos Aires que en Capital; entre los barrios porteños, más alta en los del Sur que en los del Norte.
“La cuestión por analizar es si es justo o no pagar cuando el bien no se está realizando, no se está vendiendo. Desde noviembre de 2011 hasta ahora hay valores que, en pesos, subieron más del 100 por ciento”, señaló Rozados. Más allá de ese período de tiempo, está claro que muchas personas tienen hoy propiedades adquiridas en un contexto de precios muy diferente (sobre todo, medidos en términos de su vinculación con los salarios) y que el valor real actual puede no tener nada que ver con la situación económica del contribuyente. “Si no se actualiza el valor base para empezar a pagar, hasta aquel que solo tenga una cochera quedará incluido”, señaló Rozados.
“Valuar a precios de plaza va a producir la incorporación al impuesto de ciudadanos sin capacidad económica para contribuir con este tributo, que es distorsivo desde su nacimiento”, evaluó Litvin.
Según el tributarista, un factor distorsivo es que a los activos no se les restan los pasivos que puede tener una persona, con lo que se gravan los bienes pero no el patrimonio real. Y agregó que, al existir los impuestos inmobiliarios o las patentes de autos, se duplica la carga tributaria sobre los mismos bienes.
Rozados señaló, además, que un efecto de una mayor imposición será el desincentivo a la inversión en bienes inmuebles: “si se tiene una renta por alquiler, al aumentar la carga impositiva esa renta se reduce; o bien, se buscará transferir el costo al precio que paga el inquilino”.
LOS LÍMITES ACTUALES
305.000 Base de cálculo. Es el piso, en pesos, a partir del cual se debe pagar el impuesto.
0,5% Alícuota. Es el porcentaje inicial que se paga por este gravamen.