El objetivo del enésimo sueño del fundador de Tesla es controlar objetos con nuestra mente.
“Un mono ha sido capaz de controlar un ordenador con su cerebro, para que lo sepáis”, dijo Elon Musk hacia el final de la presentación de Neuralink, la empresa que promete conectar el cerebro con un ordenador e internet y en la que ha invertido 100 millones de dólares.
Antes de la presentación, Neuralink trabajababa desde hacía años en secreto en un campo en que no le faltarán competencia ni dificultades. La cirugía, los materiales, las conexiones internas son solo algunos retos que debe lograr resolver con éxito y en los que hay otros proyectos en marcha, entre ellos alguno con inversión del Pentágono. El Departamento de Defensa pretende que sea posible controlar objetos ajenos al cuerpo solo con el cerebro.
Neuralink está al principio de este camino. “El objetivo de esta presentación es reclutar empleados”, dijo Musk al principio de su introducción. En la web de la compañía hay 14 ofertas de empleo, tanto técnicas como organizativas. La empresa tiene hoy 90 empleados y ha recibido más de 150 millones de dólares de inversión.
“Queríamos quitarnos esta carga del secretismo para poder seguir construyendo como gente normal y por ejemplo poder publicar artículos científicos”, dijo Max Hodak, el joven presidente de 30 años de Neuralink, durante las más de 3 horas de presentación de la compañía.
El objetivo último de Neuralink es aún ciencia ficción: escribir solo con la mente, mover un cursor por la pantalla solo pensándolo e incluso descargar un nuevo lenguaje directamente en nuestro cerebro o intercambiar pensamientos con otra persona sin hablar. “Me ha interesado todo esto esto desde que vi Matrix de niño”, dice Hodak.
De momento, sin embargo, Neuralink buscará un objetivo más cercano: ayudar a pacientes con parálisis o extremidades amputadas a controlar su expresión y movimiento o a ver y oír solo con el cerebro. La velocidad de “escritura mental” a la que se aspira inicialmente es mucha más lenta que la reapidez de nuestros pensamientos.
La empresa aspira a empezar las pruebas con humanos en el segundo trimestre de 2020, pero para cualquier producto comercial queda mucho más.
Como todos los proyectos grandiosos de Musk, requiere una dosis sensata de escepticismo. Los túneles con coches ultrarrápidos o las naves especiales son algunas de sus propuestas que siguen generando dudas.
Neuralink realiza su cirugía no invasiva con un robot que parece una “especie de máquina de coser” y que puede implantar en el cerebro hilos que tiene cada uno un cuarto de diámetro de un pelo humano. Esos hilos penetrarán dentro del cerebro y mandarán información a un pequeño procesador con una batería que estará detrás de la oreja y que se conectará con bluetooth –y sin cables– con el interior. Ese procesador estará conectado con una app en nuestro móvil.