El ex titular de Inspección General habló en la 99.9 sobre el método habitual en el inicio de cada verano que utiliza el REBA Provincia para amedrentar a los comerciantes como pasó el último fin de semana con El Tiki Bar.
La clausura de El Tiki Bar por vender pintas de cerveza de 500 cc cuando la ley permite sólo de 350 cc desató una fuerte discusión sobre la irrupción del REBA Provincia en la ciudad antes de que comience el verano con este sistema de amedrentamiento para los que están trabajando con excusas increíbles.
El ex titular de Inspección General, Emilio Sucar Grau habló en la 99.9 acerca primero de las diferencias entre el REBA local y el provincial: “a veces se confunden las cosas. Los que actúan son del REBA de Buenos Aires que son personal policial. El REBA local está integrado por inspectores. El funcionario que está a cargo de REBA provincia tendría que tener criterio, algo que no notamos mientras estuve al frente de Inspección General”.
Lo que ratificó desde su experiencia el ex funcionario, es que no es algo nuevo: “tiene que haber un principio de proporcionalidad, no puede ser que a un comerciante lo vayan a amedrentar con efectivos policiales. Es algo que siempre sucede en Mar del Plata y vienen para estas épocas”.
El hecho de llegar con tantos móviles policiales no es un más que una presión extra para que se termine acordando con los funcionarios del REBA para que no se clausure, utilizando excusas mínimas: “hay una norma provincial, en su artículo quinto que está en desuso, donde dicen que no puede haber vasos de más de 350 mm con excepción de los restaurantes. No se puede hacer semejante operativo policial y proceder a una clausura por algo que no tiene sentido. Como estará entonces la ciudad de La Plata que vienen a Mar del Plata a tratar de poner orden”.
Lo concreto es que, en algún momento, la política de Mar del Plata debería expresarse respecto de este tipo de atropellos constantes que son permitidos por el gobierno provincial, sin importar el color político de turno: “no puede ser que vengan a nuestra ciudad a llevarnos por delante de esta manera. Los gastronómicos deben estar unidos y no permitir que se produzcan este tipo de atropellos”.