La historia de Romina, reflejada ayer por el Diario Popular, rebotó en todos los medios de prensa, pero aun así el hombre que la violó y que fue condenado a 20 años de cárcel sigue prófugo de la Justicia.
La estremecedora historia de Romina, la mujer que encontró en su casa de González Catán al sujeto que la violó, pese a que había sido condenado a 20 años de prisión y tenía pedido de captura nacional e internacional, que reflejaramos en exclusiva en la edición de ayer de DIARIO POPULAR, fue ratificada por la propia protagonista, quien decidió “dar la cara” y agregar detalles sobre lo sucedido en esta trama de desidia judicial y policial.
No obstante, a pesar de la amplia difusión de nuestra nota en otros medios de comunicación, Alejandro Javier González (de 37 años), quien abusó de esta valiente mujer en 2005 y al que se le imputan otras violaciones, continúa “escondido” en algún lugar, sin que los encargados de localizarlo hayan podido avanzar.
El pedido de captura nacional e internacional sigue vigente, se indicó. ‘Después del juicio empecé a investigar, porque veía que nadie hacía nada, que pasaban los años y esto seguía así’, dijo Romina, en declaraciones periodísticas, en las que agregó que “tras verlo en varias oportunidades en su barrio, decidí notificar a la comisaría más cercana a mi domicilio. Me decían que era imposible, porque tenía una sentencia y pedidos de captura, Que no podía ser verdad que lo hubiera visto y entonces, no hacían nada”.
En su relato de la odisea que le toca atravesar, la mujer manifestó que, tras intentar radicar sin éxito la denuncia en el Juzgado de Garantías de La Matanza y en Fiscalía Descentralizada de Gregorio de Laferrere, que habían intervenido en la causa, tomó la determinación de actuar por cuenta propia.
En consecuencia, este sujeto condenado en 2011 a 20 años de prisión por haber violado al menos a cinco mujeres y que está prófugo desde el día en que se conoció su sentencia, pudo ser hallado en su propia casa, en el domicilio que figuraba en el expediente. “Me fije la dirección en la casa y fui hasta su casa, haciéndome pasar por una asistente social. Salió, le dije que se quedara tranquilo, que iba a venir un patrullero a notificarlo por una causa, y él me respondió con una palabra muy grotesca y fuera de lugar, se dio cuenta que era una de las víctimas, entró y cerró todo’, recordó. Además, contó que al producirse ese encuentro llamó al 911, pero el móvil policial tardó casi dos horas en llegar a la vivienda, mientras los familiares de González la agredían y los vecinos de la zona se acercaban al lugar.
‘Cuando llegó el patrullero rodearon el lugar y entraron, pero el hombre ya se había ido, no estaba más, se había fugado nuevamente’, manifestó Romina. Tras este particular episodio, la víctima contó que volvió a recurrir a las autoridades que habían intervenido en la causa y el juicio, pero que lo único que consiguió fue que dos secretarios del Juzgado de Garantías Nro. 2 de La Matanza le dieran una copia de su denuncia sin sellar, Y entonces, cansada de la falta de respuestas, acudió a la Red de Víctimas de Violencia (Red Vi.Va.).
Andrés Bonicalzi, representante legal de esa organización y nuevo abogado de Romina, comentó que al ‘advertir que nadie lo estaba buscando, se tomó la decisión de hacer pública la causa y dar a conocer la foto de este perverso’, tal como anticipó ayer DIARIO POPULAR.