La fecha de partida de la nave hacia Génova está áutada para el próximo 21 de julio.
El Costa Concordia, crucero siniestrado en 2012 frente a la isla italiana del Giglio y que causó la muerte a 32 personas, ha comenzado a ser reflotado hoy, según informaron las autoridades implicadas en las operaciones de rescate del barco.
Las operaciones de reflote comenzaron a las 6.00 hora local (4.00 GMT). Y en esta primera fase, la embarcación ya se ha desprendido de las plataformas artificiales submarinas en las que permanecía apoyada.
El plan de rescate proseguirá con la elevación del Costa Concordia con ayuda de unos grandes contenedores metálicos, y con su traslado 30 metros mar adentro en dirección este.
Tras la operación de reflote, el Costa Concordia será trasladado a Génova (norte), donde será desguazado, tal como anunció el primer ministro italiano Matteo Renzi el pasado 30 de junio.
Según un comunicado de la compañía Costa Cruceros, la culminación del reflote y la fecha de partida de la nave hacia Génova será el próximo 21 de julio, dependiendo del desarrollo de las labores.
Las operaciones de recuperación de la zona y de tratamiento de los restos comenzaron el mismo mes del naufragio, en enero de 2012. Tras la tragedia, la nave quedó inclinada sobre los escollos de la costa del Giglio, por lo que el primer paso, tras la revisión de la nave y la recogida de su carburante, fue el de enderezarla.
Este paso se produjo en septiembre del pasado año, con una operación sin precedentes, conocida con el nombre técnico “parbuckling”, que permitió girar la nave 65 grados para colocarla, de nuevo, en posición vertical. La siguiente etapa fue la de la implantación de una serie de cámaras llenas de agua a ambos lados del casco, que actúan a modo de flotadores y que, gracias a un sistema neumático, se vaciarán para impulsar el coloso y mantenerlo a flote.
Tras su completo reflote, se trasladará el buque hacia la ciudad de Génova, para su desmantelamiento. De este modo, ayudada por varios remolcadores, la embarcación recorrerá 200 millas náuticas (370 kilómetros) a una velocidad de dos nudos (3,7 kilómetros por hora). Esta tragedia en aguas del mar Tirreno ocurrió el 13 de enero de 2012, después de que el capitán de la nave, Francesco Schettino, decidiera acercarse a la costa de la isla, impactando con un escollo que rompió el casco de la embarcación y haciéndola naufragar.
Schettino actualmente afronta un proceso judicial, acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra un escollo que provocó el naufragio.