La Oficina Federal de Migración y Refugiados, el Goethe Institut y la Radiotelevisión Bávara crean una aplicación que guía a los refugiados en el país de acogida.
En Alemania, cuando dos personas se saludan se dan las buenas tardes y se miran a los ojos. En Alemania, no se dan palmadas en el trasero a las mujeres y tanto hombres como mujeres pueden elegir libremente con quien forman pareja o qué religión practican.
Estos son algunas de las informaciones, burdas para los alemanes, pero posiblemente necesarias para los 1,1 millones de refugiados que han llegado al país y para los que sus costumbres pueden suponer un choque cultural.
Eso es al menos lo que cree la Oficina Federal de Migración y Refugiados, el Goethe Institut, la Oficina Federal de Empleo y la Radiotelevisión Bávara, que han creado una aplicación para teléfonos móviles que guíe a los refugiados en sus primeros pasos por el país de acogida.
La aplicación, adornada con viñetas que los medios de comunicación se están encargando de difundir, también explica, por ejemplo, que la ropa de la mujer no dice nada de su apertura sexual.
Agrega que las minifaldas, los tacones o el maquillaje los marcan las modas y no deben entenderse como una “invitación” a los hombres y que en Alemania hombres y mujeres eligen por sí solos con quien quieren formar pareja, matrimonio o mantener una relación sexual.
La aplicación, gratuita, está disponible en árabe, inglés, farsi, francés y alemán, y en ella se describen extensamente los valores, las costumbres y derechos de la sociedad alemana y hasta informa sobre el horario comercial.
También instruye sobre la obligación de los padres de escolarizar a los hijos y del funcionamiento del sistema sanitario. “Los médicos están obligados por ley a guardar para sí todo lo que usted le diga. Eso significa que no puede facilitar ninguna información suya a otros funcionarios”, se señala, por ejemplo, antes de advertir a las madres de que el ginecólogo de sus hijas tampoco podrá darles datos sobre ellas si éstas no lo autorizan.
La aplicación incluye un curso básico de alemán, enumera los derechos de los extranjeros y advierte de que la comisión de un delito puede dar al traste con su solicitud de de asilo.
Lo que no ofrece este App es una conexión gratuita a servicios proveedores de internet, un servicio que tampoco está garantizado en los centros de acogida de refugiados, carpas, hangares y gimnasios donde han sido instalados.