Arturo Larrabure hijo analizó en la 99.9 como vive los juicios denominados de lesa humanidad que se llevan adelante en el país y señaló que “la década del 70 ha dejado innumerables víctimas, ni siquiera se pueden cuantificar”.
Los que han peleado siempre por la búsqueda de la justicia en los crímenes cometidos durante la dictadura militar, encuentran en los últimos años una política incompleta y dirigida a algunos pocos. Arturo Larrabure, hijo del militar asesinado, señaló en la 99.9 su parecer al respecto de lo que ha sucedido en estos tiempos y de los aires de cambios a partir del gobierno de Mauricio Macri.
“El ser humano es muy raro. Algunas veces se indigna con una situación y otras, ante lo mismo no se indigna”, señaló inicialmente. Luego se refirió a las investigaciones periodísticas que ha visto sobre el tema e incluso se refirió al periodista Hugo Alconada Mon: “ha entrevistado muchas personas y ante algunos entrevistados quedan muchas cosas por resolver. El tiene el número de la ficha sobre Zannini que estuvo cuatro años preso antes del 76. Uno se pregunta que le pasa a algunos periodistas en este país”.
Las conclusiones son contundentes después de lo que ha visto: “no hay justicia en Argentina, hay venganza, hubo abusos de algunos agentes del Estado. No hay verdad en la Argentina”, sentenció.
Todavía se siguen sintiendo los ecos de una década muy difícil para muchas personas. Incluso hoy se siguen sumando a la lista distintas víctimas según lo expresado por Larrabure: “la década del 70 ha dejado innumerables víctimas, ni siquiera se pueden cuantificar. Algunas personas quedaron con el mote de que no se les investiga. Todos debemos bajar los decibeles, tenemos que dar un poco de tiempo al gobierno, al menos que asuma”, anticipó.
Lo que ha recogido en los años de búsqueda de justicia es que a nadie le llega realmente el sufrimiento que atravesaron muchas personas y hoy sigue presente. “He participado en debates y charlas con Graciela Fernández Meijide, compartiendo muchas horas de charla fuera del debate incluso, y hay una empatía con el dolor, la víctima y aquél que ha sufrido. En Argentina hubo víctimas, dejemos de pensar solamente en una parte porque en realidad no existen dos demonios sino uno que es la violencia política con la que tenemos que seguir peleando diariamente”, señaló.
Por otro lado, aclaró que no se puede hablar hoy en los mismos términos que ayer, sobre todo al momento de poner en escena los crimenes cometidos: “no podemos analizar con elementos del presente cosas que sucedieron en el pasado. Tardamos demasiado tiempo en hacernos visibles porque ante la mentira sistemática con mala intención, además de la corrupción, uno se indigna y sale”, concluyó.