El gobierno de Bolivia promulgó el nuevo Código de Protección a Niños, que contempla la edad permitida para el trabajo de infantes a partir de los 10 años.
La normativa permite que los niños de 10 años puedan sumarse a la fuerza laboral del país mientras asistan a la escuela y sean supervisados por sus padres. Además, permite que los mayores de 12 años puedan ser contratados por terceros.
El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, explicó que este nuevo código refleja las necesidades actuales de Bolivia.
Los menores que se sumen a la fuerza de trabajo del país tendrán los mismos beneficios sociales y laborales que los adultos, y sus empleadores estarán obligados a ceder dos horas diarias con remuneración para que puedan estudiar.
La antigua legislación contemplaba los 14 años como la edad mínima para trabajar, apegada a la normativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Más de 500.000 niños trabajan en Bolivia para colaborar con los ingresos de la familia, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.
Muchos limpian zapatos o venden comida en puestos de La Paz y otras ciudades del país. Pero otros trabajan en condiciones más duras, en las minas o en campos agrícolas.
El gobierno de Evo Morales confía en que la ley ayude a erradicar la pobreza extrema en Bolivia.
En referencia a la normativa de la OIT, el vicepresidente García Linera reconoció que “hubiera sido más fácil promulgar una ley acorde a las convernciones internacionales, pero no se aplicaría porque la realidad de Bolivia conlleva otras necesidades y características”.
La OIT declaró que está analizando la legislación para decidir si viola las regulaciones internacionales sobre trabajo infantil.