Un grupo de científicos trabajan en el Instituto Fleni como parte de una iniciativa mundial que busca detectar la enfermedad de Alzheimer dos décadas antes de que aparezcan los síntomas.
La sociedad científica a nivel mundial está buscando una salida a la enfermedad de Alzheimer. Los síntomas más frecuentes de la misma pueden representar la dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco, pero que antes solían ser fáciles; perderse en rutas familiares, tener dificultad para encontrar el nombre de objetos, o perder el interés en cosas que previamente se disfrutaban, entre otras.
En la actualidad se sabe que los signos de la enfermedad pueden identificarse a través de las metodologías de análisis, hasta dos décadas antes que aparezcan los síntomas.
Con la idea de poder detectar tempranamente el trastorno, ha comenzado el desarrollo de la Iniciativa de Neuroimágenes en la enfermedad de Alzheimer. La llevan adelante científicos de Estados Unidos, Canadá, España y otros países europeos, además de China, Corea del Sur y Australia. Dentro de ese plantel, un grupo de científicos argentinos trabaja en la Fundación para la Lucha contra Enfermedades Neurológicas de la Infancia (Fleni) como los únicos que representan a América del Sur.
Gustavo Sevlever, uno de los investigadores, comentó en Clarín que “la iniciativa es única y global. El inicio fue en 2003 y en los Estados Unidos, pero luego se sumaron investigadores de otros países que intentaron responder cómo se puede predecir qué pacientes con trastornos de memoria evolucionarán a la enfermedad de Alzheimer y cuáles no”. Responder esa pregunta no fue fácil y para ello, los investigadores usan distintas tecnologías como la resonancia 3 Tesla, la tomografía PET con marcadores especiales, los análisis sofisticados del líquido cefalorraquídeo y las pruebas neuropsicológicas.
Si bien la iniciativa está en curso, los científicos han publicado cientos de trabajos y demostraron que existen “biomarcadores” que permiten detectar a los pacientes que evolucionarán hacia Alzheimer.
Sevlever explicó que al poder identificarse los signos de esta enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, se pueden hacer intervenciones preventivas para retrasar el desarrollo de la enfermedad. “Probablemente los tratamientos actuales están actuando demasiado tarde”, añadió.
Hasta el momento se han hecho 11 ensayos con 4.000 pacientes. En Argentina participaron 32 personas y todas fueron estudiadas completamente. Allí se observó que 7 de ellas eran sanas, 19 tenían trastornos cognitivos mínimos y 6 pacientes ya padecían la enfermedad de Alzheimer.
“Los biomarcadores son clave en la actualidad para llegar al diagnóstico temprano”, afirmó Ricardo Allegri, investigador del Conicet y jefe de neurología cognitiva del Fleni. “Si logramos retrasar 5 años el comienzo o la evolución de la enfermedad de Alzheimer, se reducirá la prevalencia en el 50%”
Sobre la forma de operar que tienen estos biomarcadores, concluyó que “la enfermedad hace que el cerebro se atrofie y está asociada al depósito anormal de dos proteínas: la placa amiloide y la proteína Tau. Al hacer los análisis tempranamente se miden los niveles de esas dos proteínas y, según los valores resultantes, se puede predecir si la persona desarrollará la enfermedad. Además, la iniciativa global permitirá que se estandaricen métodos de diagnóstico en el mundo y que se comprendan mejor las diferencias en la cantidad de casos según regiones geográficas”.