En 2021, unas 107.000 personas murieron en EE.UU. de sobredosis. Según datos preliminares publicados por las autoridades sanitarias del país, esta cifra corresponde a un aumento del 15% en comparación con el año 2020. Además, las mismas autoridades afirman que más de la mitad de estas muertes se deben a opioides sintéticos como el fentanilo.
Un sombrío récord se ha alcanzado en Estados Unidos. Según datos preliminares publicados este miércoles 11 de mayo por las autoridades sanitarias del país, se registraron al menos 107.000 muertes por sobredosis en 2021, lo que representa un aumento del 15% respecto al año anterior.
Para establecer estas cifras, las autoridades examinan los certificados de fallecimiento y luego hacen una estimación que tiene en cuenta los informes tardíos o incompletos de defunción.
Las entidades sanitarias estadounidenses estiman que estas últimas cifras se traducen en la muerte de una persona cada cinco minutos y que muestran un preocupante aumento de la epidemia de los opioides en la nación norteamericana.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más de 70.000 de estas muertes están relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo. Le siguen los estimulantes como la metanfetamina (más de 30.000 muertes), la cocaína (casi 25.000) y los opiáceos naturales o semisintéticos como la heroína (unas 13.000).
Una doble lucha contra la drogadicción y el tráfico de drogas
Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, calificó las últimas cifras de “verdaderamente asombrosas”, mientras que la Casa Blanca emitió un comunicado en el que califica de “inaceptable” la aceleración de las muertes por sobredosis y promueve su Estrategia Nacional de Control de Drogas, anunciada a finales de abril.
Según la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, el fentanilo, muy adictivo y barato de fabricar, es mezclado cada vez más por los traficantes con otras drogas. También se añade a las píldoras falsificadas que se venden en Internet, como los analgésicos.
“El efecto es que tenemos a muchas más personas – incluidos consumidores ocasionales y adolescentes- expuestas a estas potentes sustancias que pueden causar una sobredosis incluso con una exposición relativamente baja”, denunció Volkow en un comunicado.
A finales de abril, el gobierno de Joe Biden dio a conocer un plan de accióncentrado en dos aspectos para combatir la crisis: más atención a las personas adictas y lucha contra el narcotráfico.
El gobierno estadounidense pretende, sobre todo, hacer hincapié en las llamadas prácticas de “reducción de daños”, como la distribución de naloxona (un antídoto capaz de reanimar a una persona con sobredosis de opioides); las pruebas para verificar la presencia o no de fentanilo y los programas de intercambio de jeringuillas usadas por otras limpias.
También quiere mejorar el acceso al tratamiento. “Vamos a duplicar el número de admisiones a tratamiento para las poblaciones con mayor riesgo de morir por sobredosis”, prometió el Rahul Gupta, director de la Oficina de Control de Drogas de la Casa Blanca, durante una conferencia de prensa en abril.
En los últimos 20 años, un aumento constante de las muertes por sobredosis
Los fallecimientos por sobredosis en Estados Unidos han ido aumentando cada año durante más de dos décadas. Esta intensificación comenzó en la década de 1990 con las sobredosis de analgésicos opioides, seguidas de oleadas de muertes por otros opioides como la heroína y, más recientemente, el fentanilo.
Los expertos afirman además que, últimamente, la crisis de los opioides en el país se ha visto agravada por la epidemia de Covid-19, que ha aumentado el aislamiento de algunas poblaciones. El mayor incremento en 2021 se produjo en Alaska, donde las muertes aumentaron en más de un 75%.
En abril de 2021, Estados Unidos había superado por primera vez la cifra de 100.000 muertes anuales por sobredosis. Sin embargo, el aumento del 15% registrado en 2021 sigue siendo inferior al aumento del 30% reportado entre 2019 y 2020.