En el norte cordóbes, casi no hay médicos especialistas

En seis departamentos de esa región hay 22 en total. Y en los cinco con menor desarrollo, apenas dos. En la ciudad de Córdoba, en cambio, hay más de ocho mil.

Médicos-especializadosMiguel O. tiene 47 años, es docente, y vive desde siempre en Villa Dolores, ciudad cabecera del departamento San Javier, en el noroeste de la provincia de Córdoba, a 200 kilómetros de la Capital. Él y su hija de 2 años tienen afecciones crónicas que requieren atención de especialistas en forma periódica.
Pero a pesar de que viven en una ciudad de 50 mil habitantes con un hospital provincial y asistencia a nivel privado, Miguel debe viajar a Córdoba para que su hijita, a la que se le diagnosticó síndrome nefrótico, pueda ser controlada por un nefrólogo pediatra. “En toda la región no hay nefrólogos infantiles”, contó.
Él, por su parte, sufre de artritis reumatoidea desde hace 19 años, y sus posibilidades de ser asistido a nivel local son limitadas y de complejidad insuficiente, por lo cual también se trata en la Capital.
“Acá viene un reumatólogo una vez por mes, un solo día, y hay que esperar un montón el turno para una consulta clínica, además de que cobra 250 pesos de plus, incluso a los que tenemos obra social”, explicó.
Esa alternativa, además, no le sirve ante una complicación. De hecho, hace algunos años necesitó cirugía en los dos pies, que debió hacerse en Córdoba. Después tuvo complicaciones, lo que le demandó ser trasla­dado en seis oportuni­dades a la Capital en ambulancia. Por esa razón, uno de los servicios principales que pres­ta la cooperativa eléctrica a sus socios es el tras­lado en ambulancia.

Viajar

“En Dolores todos tenemos bien claro que acá se resuelven las cosas simples, pero que ante cualquier problema serio hay que ir a Córdoba, a pesar de que es un viaje de unas tres horas en auto, y que en ómnibus puede tardar cuatro o más”, indicó el docente.
“En resumen, si alguien de la zona necesita un especialista, en el 70 u 80 por ciento de los casos tiene que ir a la Capital”, aseguró. Y precisó que, por esa razón, “todos los municipios de la zona tienen un área de acción social, una de cuyas funciones es dar pasajes a Córdoba para atención sanitaria”.

Vivir en el interior

Miguel también describió el operativo familiar que implica cada control de su nena en Córdoba. “Ese día yo no puedo trabajar, y para que ella esté tranquila y contenida tiene que ir mi señora. Como tenemos un bebé de 45 días, también lo tenemos que llevar. Es casi un día entero, con todos los gastos que eso insume. Sólo de nafta son más de 500 pesos”, puntualizó.
No obstante, enfatizó que eso no es nada comparado con lo que padecen los habitantes de comunas o parajes del interior del interior. “En Chancaní, por ejemplo, adonde se llega después de hacer 80 kilómetros por tierra y viven unas dos mil personas, la noticia es cuando hay médico, porque los que van, no aguantan y se vuelven”.
La consecuencia, aseguró, es que “mucha gente por no ir a Córdoba a tratarse, se termina muriendo o teniendo muy mala calidad de vida”.

Peor distribuidos

El relato de Miguel refleja el impacto concreto que tiene en la vida de las personas la desigual e inequitativa distribución de los recursos humanos en salud en la provincia, más allá de los números fríos que surgen de un informe realizado este año por el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC), con datos de 2014.
Del trabajo se desprende que, aunque en los últimos años aumentó en la provincia la cantidad de especialistas, que pasaron del 44 por ciento del total de médicos en 2009 al 62 por ciento en 2015, esto no se tradujo en una mejor distribución.
Así, en seis departamentos del norte provincial hay, en total, sólo 22 médicos especialistas, mientras que en la ciudad de Córdoba se concentran 8.306. Esto implica que en la Capital reside casi el 70 por ciento del total de 11.990 médicos con especialidades en la provincia.
Además, otros dos mil se nuclean en cuatro departamentos con mayor población y desarrollo: Río Cuarto, Colón, Punilla y San Justo.
San Javier, donde vive Miguel, no se encuentra entre las jurisdicciones más desprotegidas, ya que allí hay matriculados 82 especialistas.
La peor situación se registra en los departamentos del norte, con poca población y escaso desarrollo socioeconómico. En Pocho y Río Seco sólo hay un especialista en cada departamento; en Minas dos; en Tulumba cuatro; en Sobremonte seis; y en Totoral ocho.
En esa región, la población ronda los 41 mil habitantes, lo que implica que hay un especialista cada 1.857 habitantes. En la capital provincial, la relación es de uno cada 160 habitantes.
Por último, si se tienen en cuenta las especialidades básicas, esenciales para cubrir las necesidades sanitarias cotidianas, en los cinco departamentos del norte más desfavorecidos hay sólo dos: un tocoginecólogo en Tulumba, y un cirujano general en Río Seco.
En Pocho, Minas y Sobremonte, a su vez, no hay ningún profesional con título en esas áreas.

Estrategias en marcha

Práctica final obligatoria. A través de un convenio del Ministerio de Salud con las facultades de medicina de la Universidad Nacional y la Católica, desde este año estudiantes que realizan la práctica final obligatoria, y el año posterior a su graduación, serán asignados al norte y noroeste provincial, con becas similares a las residencias.
Programa Familia Rural. En noviembre del año pasado se puso en marcha el plan sanitario Familia Rural en el departamento Cruz del Eje. Es un programa de atención primaria que se lleva adelante en los parajes, en articulación con el hospital de Cruz del Eje. El trabajo está a cargo de un equipo de 20 personas, que incluye cinco médicos, enfermeros, odontólogos y choferes. En breve se sumarían dos equipos más.