Lo señaló la subsecretaria de Estado Roberta Jacobson, quien se entrevistará con Cristina en la próxima Cumbre de las Américas. El “cepo” cambiario y las “barreras a la inversión privada” son los principales blancos de críticas por parte de la administración Obama.
La subsecretaria de Estado para América Latina y el Caribe, Roberta Jacobson, expresó que la economía argentina se encuentra “en muy mala forma”.
Las declaraciones fueron hechas durante una exposición en el centro de estudios Brookings de Washington, en la que se refirió a distintos temas internacionales que se abordarán en la Cumbre de las Américas que se celebrará la semana próxima en Panamá.
Jacobson, la máxima funcionaria del gobierno de Barack Obama para la región, dijo que la economía argentina “está en muy mala forma”, luego de responder a una pregunta sobre el “bloque ALBA”, sigla de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, promovida inicialmente por Venezuela y Cuba.
Jacobson aclaró que “la Argentina no es un país del ALBA”, pero asoció los lineamientos de política económica argentina a los del bloque de países que lidera Venezuela y que, según su diagnóstico, “es un ejemplo de por qué ese modelo económico no funciona”. E insistió: “No veo liderazgo regional en ese terreno”.
Luego se extendió en un análisis regional y puntualizó que “si ustedes miran más allá de la retórica, Bolivia y Ecuador no tienen el mismo modelo de Venezuela.
Ecuador, incluso, tuvo que volver al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial” para lograr un acuerdo con Goldman. “O sea que más allá de la retórica, siguen un modelo muy distinto al de Venezuela”, prosiguió.
Como secretaria adjunta para la región del Departamento de Estado es la máxima responsable diplomática para el área, se encontrará con la presidente Cristina Kirchner la semana próxima en la Cumbre de las Américas, en la que también se espera la presencia de Obama y los jefes de gobierno de la región.
El comentario de la subsecretaria de Estado coincidió con un informe técnico elaborado por la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), que cuestionó “barreras a la inversión privada” en la Argentina para contrarrestar la caída de reservas.
Según publica un medio de prensa de Buenos Aires el documento, reconoce la “preocupación” de parte de empresas norteamericanas radicadas en el país por los controles oficiales para “limitar” las importaciones y evitar así la salida de divisas.
El informe de la administración norteamericana apuntó a las trabas comerciales y el “cepo” cambiario así como desaliento a inversiones privadas detrás de las restricciones al comercio y las divisas que, según el análisis, “responden al temor” del Gobierno argentino por “el declive de las reservas en el Banco Central”.
El documento denominado “Proyección nacional de comercio exterior”, reproduce la “preocupación” de las empresas norteamericanas por la modalidad para liquidar divisas, debido a que “la norma es que se conviertan en pesos, con plazos de liquidación que van de los 60 a los 360 días”, un período de tiempo en el que puede haber cambios “significativos” en la cotización del dólar.
El informe afirma que las empresas norteamericanas radicadas en el país tienen dificultades para realizar pagos en dólares fuera del territorio nacional y que dicha “situación se agravó más el año pasado, a partir de la disminución de dólares en las reservas internacionales”.