“No hay diferencia entre nosotros”. En Israel, médicos judíos y árabes trabajan juntos y en primera línea para combatir la epidemia del coronavirus y acallar…
“No hay diferencia entre nosotros”. En Israel, médicos judíos y árabes trabajan juntos y en primera línea para combatir la epidemia del coronavirus y acallar a quienes propagan el “odio”.
Cerca de Tel Aviv, los responsables del hospital Sheba, considerado uno de los mejores del mundo, afirman que se debe al trabajo que efectúan conjuntamente profesionales árabes y judíos, pese a estar inmersos en una sociedad profundamente dividida.
“Trabajamos juntos con el equipo médico árabe y no solamente en tiempos del coronavirus”, afirma Rafi Walden, director adjunto emérito del establecimiento.
“Sin ellos, el sistema de salud israelí se derrumbaría”, asegura a la AFP.
Los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948, y que representan 20% de la población israelí, se consideran víctimas de discriminación social y denuncian la ley del Estado-nación que consagra el carácter judío de Israel.
Sin embargo, en tiempos de coronavirus, una foto de dos enfermeros que oran ante su ambulancia se ha vuelto viral: uno, judío, reza en dirección a Jerusalén; el otro, musulmán, está arrodillado en una alfombrilla de oración y lo hace hacia La Meca.
Varios internautas han saludado esta “inspiradora” imagen, divulgada por la Magen David Adom, equivalente en Israel de la Cruz Roja. Para algunos refleja la necesidad de unión nacional en tiempos de crisis, pero otros insisten en las persistentes diferencias sociales.
Según un estudio de 2017 del Centro Taub de estudios sociopolíticos en Israel, la tasa de pobreza es mucho más elevada en los sectores árabes, donde la población tiene una esperanza de vida cuatro años menor que los judíos israelíes.
- “En el mismo barco” –
El primer ministro Benjamin Netanyahu es regularmente acusado de racismo por los árabes israelíes y de incitación al odio contra los miembros de los partidos árabes, que calificó de “amenaza”. Uno de sus ministros los trato incluso de “terroristas con traje y corbata”.
“Netanyahu conoce el rol de los árabes en el sistema de salud, y en otros sectores, y sin embargo sigue propagando el odio y mintiendo”, se lamenta Walden.
Recientemente 700 miembros del cuerpo médico, la mitad de ellos judíos, firmaron una petición pidiendo a Netanyahu que cesara de sembrar divisiones en estos tiempos de crisis sanitaria
Más de 3.800 casos de nuevos coronavirus han sido oficialmente registrados en Israel, con 12 fallecimientos.
Tras más de un año de crisis política sin precedentes y tres elecciones legislativas, su rival Benny Gantz decidió, para sorpresa general, unirse a Netanyahu y poner en marcha un “gobierno de emergencia” que dirija Israel en tiempos de pandemia.
“Nuestro objetivo, para árabes y judíos, es proteger la humanidad. Pedimos que cese la incitación al odio. Estamos todos en el miso barco, trabajamos juntos para poner fin a la epidemia del coronavirus”, afirma Shukri Awawda, uno de los instigadores de la petición.
- ¿Disparidades ante el corona ? –
Hasta ahora, el número de casos de covid-19 es relativamente bajo en las zonas árabes. “Es porque ahí se hacen menos tests”, estima el diputado árabe israelí Jaber Asakla, que reclama más medios para hacer frente a la crisis.
Otra explicación sería la difusión más rápida de la epidemia en las grandes ciudades, según el investigador Mohammad Darawshe, que destaca que “cerca de 70% de los ciudadanos árabes viven en pueblos y viviendas individuales”.
“Al mismo tiempo, 70% de los ciudadanos judíos residen en ciudades y en inmuebles”, agrega este miembro del instituto Givat Haviva, que milita por la igualdad entre árabes y judíos en Israel.
Mas pobres, “los municipios árabes no están claramente preparados para hacer frente a una ola de coronavirus”, advierte. Esos municipios “no tienen presupuestos para formar a su personal ante situaciones de emergencia”, agrega.