Una vecina de Berisso fue intervenida con éxito por un equipo del ex Policlínico. La paciente, de 69 años, ya está en su casa.
Una vecina de Berisso fue la primera paciente sometida, con éxito, a un doble trasplante renal en un hospital público de La Plata. Un equipo de San Martín llevó a cabo la intervención y la mujer, de 69 años, ya volvió a su casa. Hay antecedentes de esa práctica quirúrgica en el país, pero en todos los casos ocurrió en el ámbito de la salud privada.
Raquel Rabbio supo que tenía serias complicaciones en ambos riñones en noviembre de 2017, después de realizarse un chequeo de rutina. Con el correr de los días, la insuficiencia renal se fue agravando. Así, en poco tiempo, su vida experimentó un giro rotundo, ya que tuvo que dejar de lado su cotidianidad junto a su esposo, sus hijos y sus nietos para someterse al siempre arduo tratamiento de la diálisis. Rubén, su marido, aseguró que tres veces por semanas su esposa viajaba a La Plata para cumplir con largas sesiones de más de tres horas.
“Los pacientes renales muchas veces no presentan síntomas y se dan cuenta de que están enfermos cuando se hacen los análisis”, explicó el médico Fabián Taylor, jefe del Servicio de Trasplante Renal del Hospital San Martín de La Plata.
Con la carga de los diagnósticos a cuestas, con su salud en declive y, por supuesto, con el sacrificio semanal que demanda dicho tratamiento, Raquel tomó la decisión de someterse a un trasplante con el único propósito de mejorar su calidad de vida. Había que esperar una donación de dos riñones que, gracias a gestiones interprovinciales de la que participó el CUCAIBA, pudo concretarse satisfactoriamente. El resultado de este proceso de altibajos emocionales y de lucha tuvo un final más que feliz. El operativo se llevó a cabo el feriado del 1º de Mayo. Hoy, diez días después, la mujer dejó el ex Policlínico gracias a su gran evolución y pudo volver a su casa para reencontrarse con su familia. Además, de esta forma, el Hospital San Martín de La Plata, gracias a un enorme compromiso de sus profesionales, del CUCAIBA y de la institución, se convirtió en el primer hospital público del país en realizar un trasplante doble de riñón.
Una apuesta a la calidad de vida
“Ella podía seguir con diálisis si quería, pero necesitaba sentirse mejor y entró en lista de espera”, contó Rubén. Ella, que antes de irse del hospital habló con EL DIA, dijo estar más contenta y los motivos son múltiples: los resultados obtenidos, el trato que recibió en el hospital y los avances que viene teniendo en el posoperatorio. “Después de un año y medio de diálisis, se dio lo que tanto esperaba, que no es sólo un riñón sino que fueron dos. Estoy muy feliz”.
En sintonía con lo dicho por los profesionales, Raquel recordó que “fue todo sin síntomas, sin darme cuenta. Fui al médico por rutina y se encontraron con que algo no funcionaba bien”. Sin embargo, con el correr de las semanas todo cambió: “Empecé a sentirme mal, me descomponía. Al no funcionar los riñones no filtran y se intoxica el organismo. Tuve que ir a hacerme diálisis, que no es la muerte de nadie pero no es agradable. Yo quería salir adelante, porque se puede si se pone garra y fuerza”.
Momentos antes de la vuelta a casa, Raquel aprovechó la entrevista con EL DIA para volcar toda su felicidad: “Acá estoy, muy agradecida, porque esto no sucede todos los días. A toda esta gente le debo la vida. Son humanos, hay amor acá dentro. Acá hay amor, se trabaja con garra, con corazón. No se trabaja por el dinero, porque no ganan nada. Se salvan vidas acá adentro. Podemos seguir viviendo, disfrutando de los hijo, del sol, de los amigos. Estoy muy emocionada. Que Dios los bendiga a todos, médicos, enfermeras, personal de maestranza, de limpieza, hay amor acá”.
Gabriela Frapiccini, la nefróloga de cabecera de Raquel en el Hospital San Martín, quien de alguna manera fue clave en la decisión que tomó la paciente al seguir su salud día a día, dijo “estar contenta con la experiencia, fue una evaluación rápida, la cumplió de manera oportuna”. “Los estudios fueron bien y gracias a Dios en menos de un año fue trasplantada y está bien. Fue una buena paciente y cumplió todos los requisitos para estar en lista de espera”, comentó.
Primer trasplante en un hospital público
Taylor señaló que “antes al donante mayor de 60 años lo tenías que mirar con lupa. Las chances de trasplantar a pacientes como Raquel que entraban en diálisis, eran casi nulas. Desde 2010 hay un protocolo del INCUCAI que agilizó mucho el proceso de donación entre un donante de 60 años y un receptor de la misma edad. Eso ha agilizado mucho que este grupo de pacientes acceda a este trasplante”.
Y añadió que “cuando un solo riñón no alcanza para suplir una función y que me permita dar una sobrevida o una calidad de vida adecuada, empezaron a proponerse los trasplantes dobles”.
Taylor subrayó que “esto si bien es una práctica que se realiza en el país, siempre se ha hecho en el ámbito privado. Este es el primer trasplante doble en un hospital público en el país. Si se han hecho trasplantes en bloc, doble, pero eso es otra cosa”.
En ese sentido, sostuvo que “en estas características de pacientes añosos se requiere el doble de recursos, el doble de equipo, hay doble de riesgo, más tiempo de cirugía y de recuperación. Pero no ha sido el caso de Raquel, por suerte. Ha ido todo muy bien con ella”.