En la Provincia, los nenes se van cada vez más de sus casas

En los primeros seis meses del año, según datos oficiales, hubo casi 500 denuncias nuevas de menores extraviados, de las cuales poco menos de la mitad sigue sin resolverse. En La Plata suman algo más de 120 casos, y en Missing Children apuntan que la mayoría huye por conflictos familiares.

chicos que se vanEs un mosaico de caritas que crece y que a muchos ya casi ni sorprende. Y son nombres. Nombres que se suman a una lista cada vez más preocupante. Carmen Rosa Galean, Luis Alberto Santillán, Luz Morena Oliva, Stephanie Diana Roig Varela, Mario Sotelo. Nombres. Caritas. La mayoría víctimas de un drama conocido pero que no para de crecer: durante el primer semestre del año, según un informe estadístico dado a conocer esta semana por el Registro Nacional de Menores Extraviados, en la Provincia hubo un total de 499 casos nuevos de menores perdidos.
Y de esos, 123 correspondieron a La Plata. Un drama. Otro récord. Y detrás del récord, del drama, un diagnóstico que hace todo más oscuro y preocupante: la mayoría de esas caritas se fue de sus casas escapando a situaciones de maltrato. “Antes un chico desaparecía por alguna pelea o una mala nota en el colegio. Hoy la realidad es otra, y pone en evidencia una violencia familiar cada día más terrible”.
Quien lo dice es Lidia Grichener, titular de Missing Children Argentina y para quien, a la luz de los propios casos que atienden en esta ONG internacional, buena parte de los nenes perdidos “se van de sus casas porque algún familiar abusó de ellos, porque los maltrataron o porque les pegaron”. Eso también se traduce en la tardanza para encontrarlos: antes, explican, el promedio de días que desaparecía un chico iba de tres a cuatro. Ahora es de una semana o diez días. En el desglose estadístico presentado por el Registro, se advierte que, sumando los casos anteriores, actualmente la Provincia tiene un total de 542 casos anotados hasta el primer semestre del año, una cifra preocupante si se tiene en cuenta que el territorio provincial registró cerca de 600 desapariciones durante todo 2013.

FAMILIAS PELIGROSAS

El diagnóstico que trazan en Missing Children, donde actualmente tienen 132 búsquedas abiertas (60 son de la Provincia), aparece en un momento donde las propias autoridades reconocen una escalada de la conflictividad intrafamiliar. De acuerdo a un informe reciente elaborado por el ministerio de Desarrollo Social de la Nación junto con Unicef, de hecho, el 57% de los menores de 0 a 18 años que viven en hogares o institutos de menores en el país fueron ingresados por motivos vinculados a la violencia, el maltrato o el abuso sexual.
Concretamente, el 44% ingresó por violencia y maltrato; el 31%, por abandono; el 13%, por abuso sexual, y el 11%, por otros motivos. No muy distinto es lo que plantea un informe difundido en los últimos días por la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia, según el cual un total de 270 niños, niñas y adolescentes fueron separados de su núcleo familiar en los últimos 12 meses debido a situaciones de abuso sexual infantil.
En días donde la vulnerabilidad de los chicos vuelve a estar en el candelero debido a los últimos episodios que trascendieron a los medios -el de la nena de 3 años salvajemente golpeada y abusada por sus padres en Berisso acaso sea el más representativo-, el titular de la Secretaría, Pablo Navarro, detalló que “la violencia familiar no es nueva, pero lamentablemente viene en aumento”, aunque destacó como dato positivo que el tema “se está visibilizando cada vez con más frecuencia”. Según el funcionario, en suelo bonaerense “se apartan tres chicos por día de sus familias por este tipo de vulneración de derechos”.
Navarro también destacó la importancia que ha adquirido la línea telefónica de denuncias 102 que, según su opinión, “generó un antes y un después para al menos poder llegar a tiempo a un montón de situaciones alertadas por vecinos”.
En el trabajo de esa dependencia provincial, desarrollado por el Registro Estadístico Unificado de Niñez y Adolescencia, se detalló que entre el 1 de junio de 2013 y el 31 de mayo pasado, la Secretaría tomó 270 medidas de abrigo para la protección de niños y adolescentes. Además, se detalló que el 51% de las víctimas tenía al momento del registro del caso entre 12 y 17 años, mientras que el 32% tenía entre 6 y 11 años. Otro de los aspectos que se puntualizó es que el 79% son niñas mujeres.
Los datos de la Secretaría bonaerense entran en sintonía con las cifras que por estas horas manejas en Missing Children, donde sus autoridades admiten que quienes huyen de sus casas son cada vez más chiquitos. Los números de la ONG dicen que la mayoría de los que se escapan tienen entre 13 y 17 años (73%). Pero hay cerca de un 15% que tienen entre 7 y 12 años. Y es la franja que más crece. Desde el comienzo de su registro estadístico en el país, en enero de 2000, la entidad recibió 9534 denuncias por menores perdidos: el 93% fue encontrado, pero lamentablemente 93 chicos aparecieron muertos. Otro dato claro es la marcada diferencia entre los sexos. El 67% de los desaparecidos son chicas.
Las explicaciones en este caso son dos: por un lado, son las que sufren mayores abusos. Y por otro, muchas chicas conocen hombres más grandes y se escapan con ellos. “El fenómeno creció en los últimos años -asegura Grichener-. Cuando arrancamos con las búsquedas en el país la mayoría de las fugas se daba en chicos de 14 o 15 años, pero ahora vemos que lo más común son nenes de diez u once años. Incluso más pequeños”. Lo que dice Grichener sintoniza con la mirada que tienen en el Registro Nacional y en la propia Secretaría de Niñez y Adolescencia.
Cuando el que se fuga es un niño, comentan, la historia que lo explica suele estar asociada a la esfera íntima, a una conflictiva familiar que alcanza niveles de una gravedad tal que empuja al chico a ponerle el cuerpo a una decisión que, muchas veces, ni siquiera comprende en su verdadera dimensión.
A todo esto, no son pocos los que aseguran que en este último tiempo hay un grupo de riesgo que cada vez es mayor: el que está expuesto al consumo de drogas. “Tal vez no sería correcto decir que ahora hay más desapariciones que antes”, sostienen en el organismo nacional y coinciden en Missing Children, y fundamentan esto en que lo que sí existe ahora es, además de una violencia acrecentada, una mayor cantidad de canales donde denunciar las desapariciones. Para quienes trabajan en la ONG con sedes en distintas partes del mundo, de cualquier manera, una de las principales razones de la escalada de casos se encuentra en “el desmembramiento de muchas familias”, dado que al investigar en cada historia que se esconde detrás de esas caritas y esos nombres “se descubre que en su mayoría son chicos que se van de su casa voluntariamente, lo cual no tiene que ver con una suerte de crisis adolescente, porque si fuera así deberíamos tener miles de casos más. Se trata en realidad de casos donde, en buena medida, el chico se va de la casa porque fue víctima de alguna agresión”.