María Fourcade integró un movimiento que reclamaba mayor seguridad en Mar del Plata, pero contó una serie de hechos que terminaron desalentándolos. Lo hizo esta mañana en la 99.9 donde agregó que además, los sindicatos terminan arreglando todo con el poder político.
A veces luchar contra las injusticias de la sociedad se vuelve cansador, pero no por eso, menos importante. Siempre que la ciudadanía esté atenta a lo que sucede y reclame lo que considera justo es fundamental.
Esta mañana, en la 99.9 habló María Fourcade quien integraba un colectivo que pretendía tener una ciudad con mayor seguridad, pero terminó abandonando la causa cansada de luchar contra la marea y de ver como los sindicatos se sentaban a arreglar las cosas dejando de lado a los vecinos.
“Estuve cuando mataron al taxista anterior, fuimos a la Departamental en representación del grupo por una “MDQ Segura”. Eso se terminó disolviendo porque acá no se puede hacer nada”, dijo inicialmente.
En aquél momento trataron de participar y estar en la resolución de los temas que son de interés común. “Recuerdo que estuvimos todo el día tratando de entrar a la reunión de los sindicatos de taxistas, remiseros, Pulti, Alveolite, Ventimiglia y algunos más; junto con el Jefe de la Departamental que era Ibáñez. No nos querían dejar entrar y nos pusieron policías delante”, agregó.
Todo lo que podían conseguir no servía de mucho y eso los llevaba inevitablemente al desaliento, cuando en realidad quienes podían dar respuestas, no hacían más que mentirles. “Siempre tenemos enfrentamientos con Pulti, hemos hechos marcha donde hemos ido hasta su casa. Terminabamos con reuniones en la Municipalidad que no terminaba en nada, te dicen mentiras y promesas, tienen todo organizado lo que van a hacer pero después no hacen nada. Hablan de un plan de seguridad que nunca pusieron en marcha”.
En el medio acusó también a los sindicatos en el tema de los taxistas asesinados, de cerrar los temas políticamente. “A nosotros nos trataba de calmar la secretaria de Donato Cirone diciendo que nos iban a hacer entrar. Después nos hicieron una reunión a nosotras en el despacho de Ibáñez. De ahí salieron diciendo que estaba todo arreglado”, contó.
En la ciudad hay mucha desidia hasta el momento en el cuál la inseguridad toca nuestra puerta. Por eso, el trabajo que habían iniciado se empezó a diluir. “No se puede hacer nada porque la gente no participa, en las últimas marchas hemos ido 10 o 15 personas. Todos apoyan, todos dicen que van pero no hacen nada. Quejarse en Facebook no sirve si no vas a hacer lo que tenes que hacer. No tiene sentido y no vamos a lograr nada, la gente no se une para nada”, criticó Fourcade.