En medio del debate por la legalización del aborto, el senador nacional por la UCR – Cambiemos, Julio Cobos, presentó un proyecto de ley que tiene por objetivo regular el alcance, las relaciones, consecuencias jurídicas y el proceso judicial de autorización de la gestación por sustitución, es decir, el procedimiento mediante el cual una mujer gesta un embrión para otra pareja o persona.
En diálogo con ámbito.com, Cobos especificó algunos de los lineamientos del proyecto: “Estamos regulando un proceso por el cual una pareja, ante la imposibilidad de tener un hijo, pueda concebirlo en un vientre distinto, es decir, en el de una gestante, como se llama a la mujer que ofrece esta posibilidad”.
Según aclaró el legislador, quienes quieran ofrecerse como “gestantes” deberán superar ciertas aptitudes: “Establecemos un conjunto de requisitos, como la residencia y la nacionalidad de quienes requieran un gestante. En su caso, se pide que haya tenido al menos un hijo y hasta 40 años por un tema de razones físicas”.
En este sentido, el senador aclaró que “tanto los comitentes (como se define a la pareja que requiere de un vientre) y las gestantes, tienen que ser sometidos ante un equipo interdisciplinario para que hagan un informe que evaluará un juez de familia” y que se “exigirá un seguro” y también un cambio en el régimen laboral “para permitir al gestante activar su licencia por embarazo”.
El texto del proyecto que, según Cobos deberá ser tratado por la comisión de Salud, endurece las penas para aquellas personas que recurran a procedimientos de sustitución de vientres por fuera de la ley reprimiéndose tal delito con penas de entre 3 y 6 años de prisión para comitentes y gestantes, y el mismo tiempo de inhabilitación para aquellos profesionales que participen del hecho.
Consultado acerca del momento elegido para presentar el proyecto, con el debate por la legalidad del aborto como trasfondo, el exvicepresidente dijo: “En realidad tiene que ver con un proceso; vengo estudiando el tema desde el año pasado. He consultado a jueces y médicos que llevan a cabo estos procesos, esta discusión, en este marco, es lo que buscan muchas parejas. No creo que suscite tanta polémica como el aborto”.
“Queremos quitar el vacío legal y darle un marco regulatorio para que el juez tenga acotada la discrecionalidad y se evite las controversias entre las partes, como arrepentimientos y cuestiones económicas de por medio que suelen ocurrir en los casos actuales”, sintetizó. La última instancia definitoria, quedará a cargo de un juez que decidirá si se puede realizar el procedimiento.
En cuanto a las partes necesarias para el procedimiento, el texto establece que las gestantes deberán gozar de “salud física y psíquica, conforme los protocolos que establezca la Autoridad de Aplicación”, mientras que los comitentes “tener imposibilidad de gestar y/ o de llevar un embarazo a término por razones que pongan en riesgo su salud, o la salud del niño por nacer; o por razones de sexo, género, identidad de género u orientación sexual”.
“No creo que genere tanta polémica como el aborto, pero puede venir la crítica de la mujer y del cuidado que debe tener. Espero sugerencias de mejora al proyecto de ley”, resumió Cobos.
En paralelo a este proyecto, otros tres similares fueron presentados en los últimos años por los diputados Rach Quiroga, Araceli Ferreira y Daniel Lipovetzky, aunque ninguno de ellos logró progresar en el Congreso.