Después de la reunión con Carlos Casamiquela, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, los distintos sectores del puerto se mostraron conformes con lo charlado. Esta mañana en la 99.9, dio su visión al respecto el apoderado de la Cámara de Armadores, Diego García Luccheti, y destacó que “están preocupados por el trabajo en tierra”.
El puerto está esperanzado. No porque haya medidas concretas que mejoren la actividad, sino porque la reunión con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, ha generado una expectativa particular y poco habitual.
Esta mañana en la 99.9, el apoderado de la Cámara de Armadores, Diego García Luccheti, se refirió al encuentro con el funcionario y destacó que “encontramos muy buena predisposición, conocimiento de los temas y principalmente una persona dispuesta a escuchar. Se plantearon todos los problemas que sufre la actividad y el Ministro anunció medidas paliativas, que veremos si se ponen en marcha”.
Sin embargo, quedaron a la espera de la decisión política para movilizar esas iniciativas. “Durante todo el 2013, los reclamos fueron comunes. Algunas de estas medidas dependen de la cartera de Economía y otras de la Administración, como la revisión de las cuotas de factura. Están preocupados por el trabajo en tierra”, agregó.
Realmente, ése es uno de los sectores de la pesca que más sufre la presente situación. García Luccheti explicó que sucede así porque “hace tres años que el precio del pescado entero en banquina que se le paga al buque fresquero es de 3,80 pesos. Comenzó enero en 4,20 pesos. Es un precio que al barco no le sirve, porque tuvo un incremento de costos fenomenales. Estamos casi en el 90% con rentabilidad nula”.
Sin embargo, a pesar de esta realidad, los barcos siguen saliendo a pescar. En ese sentido, el representante de la Cámara de Armadores explicó por qué deben hacerlo: “en el caso de las cuotas de merluza, tenemos una espada de Damocles; evidentemente, tienen compromisos que hay que cumplir todos los años. Si no se pesca el 90% de la cuota asignada al barco, sufre penalidades y quitas. Es el mal mayor o el mal menor. Es preferible seguir, aunque sea a pérdida”.
Por otro lado, pidió que las medidas que se tomen tiendan a mantener conformes a todos los sectores, con un trabajo que redunde en rentabilidad: “todos tienen derecho a trabajar y deberán tener rentabilidad. Mientras todos la tengan, no hay razón para que se inicie una lucha entre sectores. La paridad cambiaria afecta, y esta nueva medida del dólar a 8 pesos es beneficioso mientras no vaya detrás de ello el aumento de los costos”. Entre los principales temas a dialogar durante los próximos meses está, justamente, uno de los principales costos: el precio del combustible. A pesar de las promesas, nunca se llegó a vender a un precio de mayorista: “el combustible hoy, para un buque fresquero, cuesta 8,60. No se puede seguir más así. Se habló en la reunión de la venta de YPF a costo mayorista. El compromiso es reunirse con las autoridades de la empresa petrolera para ver si se puede llegar a eso”.