El escritor Enrique Ferrari habló en la 99.9 sobre su particular mundo donde también trabaja en los subtes de la ciudad e incluso es delegado de su gremio: “cada uno encuentra distintos recorridos para escribir. El camino mío fue leer mucho, escribir mucho y romper muchas hojas que era una sugerencia de Cortázar”, comentó. También habló de su experiencia trabajando más de tres años en Estados Unidos: “es el país desarrollado con menos derechos laborales”.
La historia de Enrique Ferrari resulta particular. “Kike” es escritor de ficción y a la vez trabaja en los Subtes de Buenos Aires, pero eso no representa más que un dato pintoresco, porque en realidad asume no haber estudiado ni seguir los manuales para desarrollar su obra. En la 99.9 explicó que “cada uno encuentra distintos recorridos para escribir. El camino mío fue leer mucho, escribir mucho y romper muchas hojas que era una sugerencia de Cortázar. Lo hice como un paso al costado de los sistemas de producción literaria porque no fui a talleres ni la facultad”.
Si bien todo el mundo considera casi opuestas sus tareas laborales y la escritura que desarrolla, para Ferrari es su vida cotidiana y no los mantiene separados: “desde 1988 estoy en el mercado laboral y casi siempre hice trabajos manuales. Escribo desde 1997 y publique en 2004. Esos dos mundos que todos ven separados, me cuesta verlos así porque para mí son una sola cosa. Está claro que si me dedicara tiempo completo a escribir sería más prolífico, pero lo vivo con naturalidad. Soy parte del cuerpo de delegados también en mi trabajo”, aclaró.
Su ideología tampoco puede estar alejada de lo que escribe y eso se termina evidenciando aún más en sus libros. “Soy hincha de las historias, de los personajes y el uso del lenguaje. Si me interesara la sonoridad hubiera intentado con más entusiasmo ser músico. Después soy un hombre de izquierda todo el tiempo, cuando trabajo, voy al almacén o construyo las relaciones interpersonales en mi vida. Por supuesto, también cuando escribo. Si uno es honesto en la escritura, filtra de lo que está hecho”, remarcó.
En su vida laboral, ha tenido la oportunidad de vivir en los Estados Unidos y también en la entrevista contó su experiencia siendo parte del sindicalismo en su actividad. “Vivi tres años en el sur de Florida y hay un piso de derechos para los trabajadores que existen en Argentina y en Estados Unidos no existen. Es el país desarrollado con menos derechos laborales. Yo laburé como inmigrante ilegal además mientras estuve allá, lo cuál es peor. Los laborales tienen un sistema donde te enfermás y no te paga nadie, ni hablar si se te enferma un hijo”, comparó.
También remarcó que hoy se habla mucho de la discriminación de Trump para con los extranjeros, pero es algo que existe hace mucho tiempo en Estados Unidos: “estuve unos días detenido y me deportaron a Buenos Aires cuando vieron que no tenía papeles. Obama deportó 3 millones de mexicanos y el muro ya se había empezado a construir. Trump lo representa de una manera más brutal, lleva al extremo esa lógica pero no es ajena al resto de las expresiones políticas de Estados Unidos”, finalizó.