El estudiante avanzado de Ingeniería Naval de la UTN habló sobre el diseño que presentaron junto con su colega Patricio Duhalde y que ganó el Concurso “Dr. James A. Lisnyk” en Estados Unidos.
Los estudiantes avanzados de Ingeniería Naval de la Universidad Tecnológica de la Nación (UTN) Enrique Liccardi y Patricio Duhalde resultaron ganadores del Concurso Dr. James A. Lisnyk. Ambos, con su proyecto Littoral Mision Vessel sorprendieron nada más y nada menos que a la SNAME (Society of Naval Architects and Marine Engineers), una sociedad profesional con más de 6000 miembros distribuidos en 95 países reconocida internacionalmente.
Liccardi habló sobre este trabajo a través de la 99.9 indicando como llegaron a formar parte de este concurso: “hemos participado por un lado por amistad, otro por los lazos que no une con la Armada Argentina estuvimos investigando lo que era tecnología y buques de otro porte en el exterior nos encontramos con este concurso donde pudimos participar”.
La presentación que realizaron, la definió como un “buque moderno” y luego agregó que se trata de “una patrullera para la Armada que pueda combatir la pesca ilegal, salvaguardar la vida animal y en lo posible llegar a la Antártida. Tiene un desplazamiento de 750 toneladas, muy parecidas a las patrulleras francesas pero con la mitad del peso de desplazamiento”.
En cuanto a las variables que son innovadoras agregó que “tiene waterjet que nos lleva a una velocidad de 35 nudos y lo convencional en el resto. Puede transportar un helicóptero chico que puede servir para sobrevolar por ejemplo una situación de un buque ilegal”.
Como cada uno de los proyectos que se presentaron en el concurso desde distintos puntos, es factible llevarlo adelante pero se necesita la decisión de convertirlo en realidad: “el buque tiene el proyecto conceptual teórico que se puede llevar a cabo pero depende de las políticas de estado. Presentamos el proyecto en Estados Unidos y lo evalúan ingenieros, gente del Ministerio de Defensa de Estados Unidos. Todos los proyectos que se presentan son factibles de realizar”.
Para estar presentes en el certamen que terminaron ganando, tuvieron que atravesar distintas dificultades pero la experiencia valió la pena. “Viajar allá fue titánico porque pedimos ayuda por todos lados. Estuvimos 20 días, recorrimos empresas, astilleros, visitamos universidades y hubo una propuesta de trabajo para trabajar freelance desde acá. Como parte de la recorrido fue participar de una regata donde salimos terceros”, concluyó