“Tarrio era el principal líder de esa conspiración”, sentenció el juez Timothy Kelly.
De esa manera, Henry “Enrique” Tarrio, de 39 años, exlíder de los Proud Boys, fue condenado a 22 años de cárcel por organizar el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Esta es la pena más larga impuesta hasta ahora a uno de los lideres del asalto a la sede del Congreso, un incidente por el que más de 1.100 personas han sido detenidas.
Aunque Tarrio no se encontraba en Washington DC durante los disturbios sino en un hotel en Baltimore, a 70 kilómetros de los hechos, la justicia determinó que ayudó a organizar la participación del grupo de extrema derecha que lideraba.
Tarrio pidió disculpas a la policía y a los residentes de la ciudad por su papel en los disturbios de 2021 antes de conocer su destino el martes.
“Estoy extremadamente avergonzado y decepcionado por haberles causado pena y sufrimiento. Tendré que vivir con esa vergüenza el resto de mi vida”.
Tarrio, vestido con el uniforme naranja de la cárcel, añadió: “Fui mi peor enemigo. Mi arrogancia me convenció de que era una víctima”, dijo sobre el ataque que dejó un saldo de cinco personas muertas, incluido un policía.
La del martes fue la última de una serie de audiencias de sentencia para los responsables del levantamiento.
Trump prometió indultar a la mayoría si es reelegido presidente en 2024.
Quién es Henry “Enrique” Tarrio
Henry “Enrique” Tarrio, de padres cubanos, nació hace 39 años en Miami, Florida.
Tarrio creció en Little Havana e incursionó en el mundo de los negocios vinculados al sector de la seguridad y la vigilancia, según contó él mismo al portal Ballotpedia cuando se presentó a las elecciones de 2020.
En los años de presidencia de Donald Trump adoptó al republicano como su ídolo.
Fue director estatal en Florida del grupo Latinos por Trump e hizo un intento de presentarse a las primarias del Partido Republicano para un escaño en el Congreso por Florida, aunque se retiró antes de las elecciones.
Esa banca la ocupa María Elvira Salazar, del ala más conservadora del Partido Republicano e hija de padres cubanos exiliados en Miami.
Tarrio fue presidente nacional del grupo de extrema derecha los Proud Boys. Los miembros de la organización fundada en Nueva York, en 2016, se han descrito a sí mismos como un club de bebedores exclusivamente masculino.
Los integrantes de este grupo se consideraban soldados de Trump. A menudo participaban en choques con activistas de extrema izquierda en las calles.
En las protestas en la capital estadounidense previas al ataque al Capitolio, tarrio fue fotografiado con un chaleco antibalas.
El abogado de Tarrio argumentó ante el tribunal el martes que su cliente es un “ninja del teclado” que tiende a “hablar basura”, pero que no tenía intención de derrocar al gobierno.
“Mi cliente no es un terrorista. Mi cliente es un patriota equivocado”, dijo su abogado, Sabino Jáuregui.
Reconociendo que el expresidente Donald Trump había perdido las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, Tarrio explicó este martes: “No soy un fanático de la política. No era mi objetivo causar algún daño o cambiar los resultados de las elecciones”.
Por qué fue condenado
Tarrio fue declarado culpable de conspiración sediciosa, un delito de la época de la Guerra Civil estadounidense.
“La conspiración sediciosa es un delito grave”, dijo el juez Kelly.
Tarrio también fue declarado culpable en mayo de cargos de obstrucción y conspiración, desórdenes civiles y destrucción de bienes del gobierno.
La fiscalía había calificado sus acciones de “acto calculado de terrorismo”, merecedor de una pena de 33 años de prisión. La defensa no quería más de 15 años.
Tarrio permaneció en silencio mientras el juez dictaba la sentencia. Al salir de la sala, Tarrio saludó a sus familiares en la tribuna del público y mostró un signo de la paz.
Sus abogados dijeron que tiene previsto apelar.
Tras las elecciones de 2020, Tarrio y otros Proud Boys publicaron mensajes amenazadores en internet, advirtiendo de violencia y disturbios si Trump dejaba el cargo.
Dos días antes de los disturbios en el Capitolio, fue arrestado por la policía por una orden de detención en la que se le acusaba de quemar una pancarta de Black Lives Matter robada de una iglesia unas tres semanas antes.
También se le encontró un cargador de munición de gran capacidad, ilegal según la legislación sobre armas de la ciudad.
En ese momento, quedó en libertad bajo fianza y se le ordenó abandonar la capital del país.
Se fue a Baltimore.
El 6 de enero de 2021, mientras los partidarios de Trump asediaban el Congreso, Tarrio publicó en internet que estaba “disfrutando del espectáculo”.
“Hagan lo que hay que hacer”, escribió.