Las estadísticas de mortalidad del Ministerio de Salud establecen que se produjeron unos 30.000 homicidios en ese lapso, con una tendencia en ascenso de los crímenes desde 2010.
Durante diez años se produjo un homicidio cada tres horas. Es una cifra dura del delito que no pudo revertirse, pese a la disminución de crímenes desde el pico de 4630 casos alcanzado en 2002. Desde ese momento se sumaron 31.992 asesinatos entre ese año y 2012.
Así consta en las estadísticas del Ministerio de Salud que fueron analizadas en un trabajo de la Asociación para Políticas Públicas, a cargo de Diego Fleitas Ortiz de Rosas. En las conclusiones del informe se destaca que en los períodos de crisis económicas crecen los homicidios, situación que queda reflejada en la información de mortalidad llevada adelante por Salud. Y en estos últimos dos años la tendencia de asesinatos fue nuevamente en aumento.
En 2010 se registraron 2760 homicidios en la Argentina, cifra que trepó a 2794 un año después y pasó a 2888 en 2012. También resultan preocupantes los datos de crímenes de adolescentes, con 4519 jóvenes de 15 a 19 años asesinados entre 2002 y 2012.
“Al analizar la evolución se puede observar un pico con la crisis de 2002 y su posterior descenso hasta 2006; luego los homicidios subieron hasta 2009, en el que también hubo una pequeña crisis económica, vuelven a bajar, pero a continuación se da un nuevo ciclo de incremento, así de 2011 a 2012”, explicó Fleitas Ortiz de Rosas en el informe.
Las estadísticas sobre asesinatos en la base de datos del Ministerio de Salud son una de las pocas fuentes de información oficial disponibles en la Argentina, ya que desde 2008 no se dan a conocer las cifras del delito en nuestro país. Incluso, en momentos en que se pudieron conocer datos en las dos bases de datos oficiales éstos mostraron importantes diferencias. El documento de APP reflejó esa situación al consignar que en 2002, por ejemplo, el Ministerio de Salud registró 4630 homicidios, mientras que el Ministerio de Justicia informó 3453.
Entre los homicidios registrados se destaca la incidencia de la muerte de adolescentes, con 4519 víctimas entre los 15 y 19 años en el período 2002/2012. Y en ese sentido llama la atención el caso de Santa Fe, donde las cifras de asesinatos de jóvenes en los últimos dos años analizados (55 muertes en 2012 y 64 en 2011) superan el nivel alcanzado en 2002, año en que las demás provincias tienen fijo su techo de crímenes en todas las franjas etarias.
Los asesinatos en ajustes de cuentas entre bandas narcos que disputan territorio, en especial en Rosario, pueden servir como explicación para ese anormal aumento de homicidios de adolescentes en Santa Fe.
“Respecto de la evolución de los grupos etarios de las víctimas es de señalar que se incrementó ligeramente la proporción del grupo de 20 a 24 años, que pasó del 15,2% del total en 1997 al 17,2% en 2012, y que la participación de los grupos de jóvenes tiende a aumentar ligeramente en los años que hay un pico o crisis”, indicó Fleitas Ortiz de Rosas.
Y agregó: “Por otro lado, el grupo de personas mayores tuvo un incremento muy significativo, por ejemplo el grupo de 75 años y más pasó de tener 2,8% del total a 4,7%, aumentando además en términos absolutos; ello puede deberse a un incremento de la proporción de su población, pero también a nuevas dinámicas delictivas que hacen target sobre los adultos mayores”.
Más allá de las edades de las víctimas, los hombres fueron mayoría: “En el último año disponible, es decir 2012, hubo 2505 casos de víctimas hombres (tasa de 12,8 cada 100.000), y 373 mujeres (tasa de 1,8), representando respectivamente un 87% y 13% del total. Esa proporción no ha sufrido diferencias significativas a lo largo de los años, salvo en los años de incremento de homicidios, en que la proporción de hombres sube ligeramente”, se consignó en el informe de APP.
Ese trabajo muestra más de 30.000 asesinatos en una década con una tendencia a aumentar durante las crisis económicas. Una cifra dura del delito que no pudo revertirse.
La tasa de homicidios en nuestro país en ese período es de 7,3 cada 100.000 habitantes, en promedio, más baja con relación con otros países de la región.
Brasil tiene una tasa de 22 asesinatos cada 100.000 habitantes, y la más alta en América latina es 81,5, registrada en Honduras, mientras que la más baja se encuentra en Chile, con 3,5. Aunque la diferencia se encuentra en que en la mayoría de las naciones se consolida una curva descendente y aquí, en la Argentina, se encuentra en ascenso.