Guillermo Schutrumpf, ex concejal, actual dirigente político y también comerciante, habló esta mañana en la 99.9 y analizó las cuentas que exige un comercio para funcionar en Mar del Plata. “Me parece que hay un desconocimiento muy grande de lo que genera el comercio minorista”, indicó, apuntando a las autoridades municipales.
Abrir un negocio en Mar del Plata puede ser tarea solo apta para personas con mucho espíritu emprendedor. En los últimos meses, el freno económico que experimenta el país obligó a muchos comerciantes a bajar sus persianas y convertirse en desempleados.
Esta mañana en la 99.9, el ex concejal y actual dirigente político Guillermo Schutrumpf, que también tiene un negocio particular, comentó: “la motivación del comerciante que se inicia es la imposibilidad de conseguir un empleo. Después, está la impronta del que es comerciante y le gusta hacer eso”.
Refiriéndose al factor económico, analizó los gastos mensuales de un comercio, mostrando un panorama desalentador: “el tema de los alquileres es muy complicado, pero también están las cargas sociales, los gastos fijos y la materia prima, que aumenta permanentemente. Si tenés dos o tres empleados pagos, debés tener gente capacitada para eso. Pero las cargas sociales son altas. Hoy, un comercio no puede estar sin alarma monitoreada por los robos; hay que pagar ARBA, impuestos municipales, AFIP y todo eso hace inviable llevar adelante un comercio o, por lo menos, muy difícil”.
El Estado también está ausente en la asistencia a los negocios que recién se inician y sobre los que recae, sin atenuantes, todo el peso de las cargas impositivas. “Cuando empezás en un comercio no te eximen de impuestos, aunque en ese momento necesitás el apoyo en ese sentido para que la marca empiece a conocerse. Si no vas generando deuda que después tenes que afrontar”, señaló Schutrumpf.
La mayoría de las personas que eligen comenzar a trabajar en un comercio propio, primero se endeudan y muchas veces no pueden salir de esa situación: “la gente tiene que sacar préstamos para iniciar el comercio. Rápidamente, te pasa un mes y tenés que pagar todo. La mayoría de los comercios se inician de esa manera. Me parece que hay un desconocimiento muy grande de lo que genera el comercio minorista. Mueve la economía y genera empleo”.
Por más empeño que le ponga el propietario, a veces es definitivamente inviable sostener un comercio, y la familia es la que está en riesgo: “uno pone el negocio para vivir. Llevar adelante un comercio es algo apasionante; para mí, novedoso. Pero veo muchos comercios que no pueden mantenerse, no llegan al contrato de tres años y deben cerrar antes”.