Luego de la investigación de TN Central, el gerente de Asuntos Internacionales, acusado de estar involucrado en la causa de corrupción, aseguró que no renunció y sigue en funciones. Desde el organismo aseguraron que fue apartado de su cargo.
Se abrió fuego cruzado en el Instituto Nacional de Cine y Audiovisuales (INCAA) luego de que, en una investigación de TN Central, se revelara que se gastaron cerca de 7 millones de pesos en fotocopias. Desde la entidad aseguraron que aceptaron renuncias y rescindieron contratos, pero uno de los involucrados, Bernardo Bergeret, ratificó que sigue en funciones.
El INCAA comunicó este domingo la apertura de sumarios, así como suspensiones, renuncias y desplazamientos, tras la denuncia ante la Oficina Anticorrupción (OA) sobre supuestas irregularidades en la Gerencia de Asuntos Internacionales del organismo oficial.
Un comunicado del organismo, que está bajo la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación, especificó: “El día 11 de mayo de este año comenzó a circular una denuncia anónima, en la que se manifestaba que entre enero y abril del año en curso se habrían malversado fondos del Incaa por $6.487.600 en gastos de imprenta originados en requerimientos de la Gerencia de Relaciones Internacionales, y se adjuntaban quince expedientes con las facturas y un listado de funcionarios y proveedores involucrados”.
Además, desde la institución del cine se le puso nombre y apellido a algunos funcionarios que podrían estar involucrados y que, según confirman, renunciaron o fueron apartados: “Se decidió aceptar las renuncias del gerente de Asuntos Internacionales, Bernardo Bergeret, y del gerente de Administración, Nicolás Yocca; se rescindió el contrato de la abogada Sandra Menichelli; se suspendió a Alejandro Righini de la Coordinación de Internacionales y se apartó a Pablo Maggioni del área de Compras. Asimismo, se puso en conocimiento de estas irregularidades a la Oficina Anticorrupción”.
Pero este comunicado oficial, lejos de traer calma, revolvió aún más las aguas. Es que Bergeret desmintió haber presentado su renuncia y aseguró que seguirá en funciones. “Ante un comunicado de la oficina de prensa del INCAA enviado en el día de la fecha quiero desmentir públicamente la veracidad del mismo en lo que a mi persona se refiere y aclarar que en ningún momento he presentado renuncia alguna”, dijo al diario Clarín.
Fotocopias, cuadernos, lapiceras, tarjeteros, catálogos y multipuertos USB. Todos estos artículos fueron adquiridos por el Instituto Nacional de Cine y Audiovisuales (INCAA) por $6.487.600 en un lapso de cuatro meses. A raíz de una denuncia anónima, la Unidad de Transparencia Institucional (UTI) confirmó esta seguidilla de gastos, que fueron facturados por montos menores a los 500 mil pesos para evitar el llamado a licitación.
La denuncia empezó a circular el pasado 11 de mayo, a través de un correo electrónico dirigido a varios funcionarios y periodistas. Una vez que llegó a la Oficina de Anticorrupción, se derivó a la UTI para analizar la documentación presentada.
Según pudieron constatar, las contrataciones directas se hicieron por montos que evadieron los procesos de licitación y el control de las autoridades superiores. Las empresas proveedoras fueron la Gráfica Paysandú, Item 54, Visual Comunication, Hidden Castle y Print Forms.
El comunicado completo del INCAA
En relación a los hechos de público conocimiento, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) informa que el día 11 de mayo de este año comenzó a circular una denuncia anónima, en la que se manifestaba que entre enero y abril del año en curso se habrían malversado fondos del INCAA por un total de $6.487.600 en gastos de imprenta originados en requerimientos de la Gerencia de Relaciones Internacionales, y se adjuntaban quince expedientes con las facturas y un listado de funcionarios y proveedores involucrados.
El correo fue remitido de inmediato por las autoridades del INCAA a la Unidad de Transparencia Institucional (UTI) creada por esta gestión para asistir en la implementación de políticas activas de integridad, transparencia, detección y control de hechos de corrupción. La UTI, un canal abierto que nos permitió reaccionar de manera eficiente, elevó así un informe preliminar en el que manifestó la gravedad de los hechos denunciados y la verosimilitud de los dichos del denunciante en cuanto a la comisión de irregularidades en la gestión de esas adquisiciones.
Puntualmente, el informe destaca que se habrían realizado gran cantidad de contrataciones directas con el mismo objeto, originadas todas en el mismo sector requirente, en un breve período de tiempo y por montos inferiores a $ 500.000, en las que se habría eludido la celebración de licitaciones, sustrayéndolas del control de las autoridades superiores. También se habría constatado que ninguno de los expedientes de contratación indicados en la denuncia fue remitido a la Gerencia de Asuntos Jurídicos a los fines de que emita el dictamen previo pertinente.
En virtud de lo dictaminado por esa unidad y la gravedad de los hechos denunciados, se suspendieron los pagos pendientes de ejecución y las órdenes de compra vigentes. Al mismo tiempo, se resolvió abrir actuaciones sumariales para determinar la eventual responsabilidad en que pudieran haber incurrido los funcionarios implicados, a quienes se desplazó de sus funciones. Se decidió aceptar las renuncias del gerente de Relaciones Internacionales, Bernardo Bergeret, y del gerente de Administración, Nicolás Yocca; se rescindió el contrato de la abogada Sandra Menichelli; se suspendió a Alejandro Righini de la Coordinación de Internacionales y se apartó a Pablo Maggioni del área de Compras.
Estas irregularidades ya fueron denunciadas ante la Oficina Anticorrupción. Estamos construyendo un INCAA ágil, capaz de dar respuestas, sostenible y transparente.