En las últimas semanas, se ha vuelto algo común ver personas por las calles con bolsas llenas de papel higiénico. La gente va de comercio en comercio buscando ese producto, que escasea en Caracas.
Otra de las estrategias que utilizan habitualmente los clientes, es darles una propina a los empleados para que les avisen por SMS cuando llegan los productos más buscados. Además, no importa que en las casas haya papel higiénico, ya que las personas optan por comprar de todos modos pensando que lo necesitarán y tal vez no puedan conseguirlo.
Esta estrategia, denominada “compras nerviosas”, se da muy comúnmente con el papel de baño. Pero la situación ha llevado al gobierno a reforzar la oferta importando 39 millones de rollos más. Y todo porque “los controles de precios hacen que muchos empresarios no estén estimulados a producir”, según le dijo a la BBC Mundo, Ángel García Banchs, economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Esas “compras nerviosas se deben a la desconfianza en la situación del jefe de hogar que quiere cuidar a su familia”, agregó.
También reconoció que esta forma de comprar produce una “sobredemanda”. También lo admitió el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, quien calcula que a los 125 millones de rollos de papel higiénico que consumen al mes los venezolanos hay que sumarles unos 40 millones adicionales. El experto cree que los controles de precios y de cambio de divisas son la causa de la escasez recurrente de determinados bienes. Los controles de precios “hacen que muchos empresarios no estén estimulados a producir”, incluso aunque acudan al “subsidio cruzado” tratando de “compensar las pérdidas en los productos con precio regulado con ganancias en otros rubros”, afirma García Banchs.
El control cambiario instaurado desde la crisis de 2003 para evitar fugas de capitales hace que “los dólares no necesariamente vayan a donde los quieren los consumidores”. El retraso en la entrega de dólares al sector productivo, es otro de los factores. Además, aunque se trate de bienes de producción nacional, “si por ejemplo la tapa es importada, no le dieron dólares al proveedor; entonces el producto no puede salir al mercado”, asegura García Banchs.
El problema es que el papel de baño no es lo primero que desaparece de las estanterías. Se cree que otros productos también podrían escasear.