La planta suministra el 65% de los productos petrolíferos refinados en la región y es clave en el suministro de combustible para los principales aeropuertos escoceses.
Grangemouth, la única refinería de petróleo de Escocia, cerrará en junio con la pérdida de casi 400 empleos como parte de los planes para convertirla en una terminal de importación de combustibles, según anunció este jueves la operadora Petroineos.
La operadora, una empresa conjunta entre PetroChina Internacional London (PCIL) y el grupo británico INEOS, dijo que la refinería, con 100 años de antigüedad, ya no puede competir con instalaciones más modernas en Asia, África y Oriente Medio.
En su lugar, Grangemouth se transformará en un centro de distribución de gasolina, diésel, combustible de aviación y queroseno a Escocia, pero solo requerirá menos de 100 empleados frente a los 475 actuales.
La empresa anunció inicialmente su plan en noviembre, pero los líderes sindicales esperaban que pudiera permanecer abierta más tiempo con la posibilidad de que se estableciera una alternativa ecológica.
El cierre, que se producirá tras una consulta con los trabajadores, ha generado críticas de sindicatos y políticos que consideran que afectará a la economía local y a la seguridad energética de Escocia, ya que la planta suministra el 65% de los productos petrolíferos refinados en la región y es clave en el suministro de combustible para los principales aeropuertos escoceses.
Medios locales estiman que la planta, ubicada en la costa oeste de Escocia, está registrando pérdidas diarias de alrededor 500.000 dólares (más de 453.000 euros), mientras que la compañía ha registrado pérdidas superiores a los 775 millones de dólares (más de 700 millones de euros) desde 2011.
Tras el anuncio, los gobiernos de Escocia y el Reino Unido han anunciado un plan de inversión conjunto para Grangemouth que incluye un paquete de 100 millones de libras, apoyo a los trabajadores y se han comprometido a trabajar juntos para lograr un futuro industrial para el lugar.
Keir Starmer describió a Grangemouth como una “verdadera prioridad” en julio durante su primera visita a Escocia después de convertirse en primer ministro británico.
El ministro principal escocés, John Swinney, se mostró “profundamente decepcionado” con la noticia durante la sesión parlamentaria de este jueves en Holyrood, mientras que el colíder de los Verdes escoceses, Patrick Harvie, lamentó que la Estrategia Industrial Verde que anunció el Gobierno escocés el miércoles no incluyera ningún plan de transición para la refinería.
La planta, con una capacidad de refinación de 150.000 barriles por día, fue inaugurada por BP en 1924 y se expandió a petroquímicos en los años 1950.