Una empresa de muebles abre en Madrid un local al que los clientes pueden acceder con una aplicación gratuita y realizar pedidos.
Dos catálogos encima de una mesa muestran unos salones de cuento. Están en un local de unos 30 metros cuadrados, en el que también hay cerca de una veintena de armarios, estanterías, sillas y cabeceros de la cama. En la pared, hay varias muestras de acabados para muebles en madera de pino, diferentes tipos de telas y un muestrario de tiradores y asas para armarios y cajones. Aunque por esta descripción podría parecer un comercio de muebles de toda la vida, tudecora_open es la primera tienda sin dependientes de España.
“La idea se me ocurrió hace un año cuando Amazon Go abrió una tienda así en Seattle. Pensé: ‘Si lo ha hecho Amazon, ¿por qué no lo puedo hacer yo?”, cuenta Miguel Ángel López. Es fundador y CEO de Tudecora.com, una empresa que se dedica a la venta online de muebles. En enero de 2018 Amazon Go inauguró en Seattle (EE UU) una tienda sin dependientes. Allí, los compradores solo tienen que coger un producto y salir con él del local sin necesidad de pasar por caja.
Tudecora.com abrió este comercio en Madrid en noviembre, después de realizar pruebas en otro local en Guadalajara. Para entrar en la tienda, el cliente puede abrir la puerta con su teléfono móvil incluso en días festivos gracias a una aplicación gratuita. Después, tiene una hora para ver y tocar los muebles y, si lo desea, realizar el pedido desde allí a través de una pantalla táctil o incluso con su propio móvil. “Así el cliente toma el control total de la tienda de forma gratuita y no hay un dependiente que le pueda estar agobiando”, afirma López.
En el local, cada producto tiene una etiqueta con un código QR. “Pague con su tarjeta escaneando este código”, se puede leer en las papeletas que acompañan a los artículos pequeños como los marcos de fotos, lámparas o objetos decorativos. Al utilizar un lector de códigos QR del móvil, se abre directamente una ventana para realizar el pago y que el cliente se pueda llevar su compra a casa. En cambio, al escanear el código de los muebles grandes como las estanterías o los armarios, el usuario llega a un portal web en el que se le muestran las diferentes opciones y precios.
Isabel Gil, una mujer de 40 años, acudió a tudecora_open con su marido y su hijo hace alrededor de un mes y ya ha recibido su pedido. Llevaba tiempo buscando en Internet un modelo muy específico de una mesa. Cuando descubrió que al lado de casa tenía una tienda en la que comprobar la calidad de los muebles, los barnices y los acabados, decidió visitarla. “Si vas a comprar muebles para la casa conviene verlos antes, ya que no vas a pagar 400 euros sin estar seguro de si una tienda es fiable o no”, cuenta por vía telefónica.
Durante la visita, la compañía ofrece a los clientes la posibilidad de ser atendidos por videollamada. Ante las críticas de que este tipo de negocio puede acabar con determinados puestos de trabajo, López lo tiene claro: “No se destruye empleo, se transforma. Seguimos siendo el mismo equipo, pero así se le da al dependiente la libertad de atender la llamada mientras está en casa en el jardín con sus niños”. “Es perfecto para la conciliación familiar”, apunta.
La diferencia principal de esta tienda y una tradicional, según el fundador de la empresa, es que “en este caso el cliente está solo físicamente y no hay contacto humano”. Aunque cuando alguien prefiere que haya un dependiente, López concerta una cita y acude al local. Gil prefirió entrar sin él al local y la experiencia fue positiva: “En comercios pequeños con dependientes te sientes un poco presionada y no puedes ver y tocar tanto las cosas. Sentí que tenía más libertad de elección”.
LA SEGURIDAD EN UNA TIENDA SIN DEPENDIENTES
Garantizar la seguridad en este tipo de negocio es uno de los principales retos. “Este sistema está basado en la confianza en las personas”, asegura López. Pero para garantizar que nadie se cuele en el local o haya robos, la tienda tiene un sistema de sensores y cámaras de vigilancia: “Si veo que alguien me está robando, le puedo dejar encerrado y llamar a la policía”. Además, antes de ir es necesario rellenar un formulario en el que el cliente indica su nombre, apellidos y DNI. Quien quiera entrar en el local solo puede hacerlo si ha solicitado previamente el permiso a la empresa.
Como Gil, una media de 20 personas al mes han visitado desde noviembre esta tienda en Madrid. Actualmente el local abre todos los días del año de 10 de la mañana a 10 de la noche. Pero la compañía pretende ampliar el horario a las 24 horas del día en los próximos meses. Tudecora.com quiere expandir este negocio por todo el país y ya trabaja para abrir este tipo de tiendas en las principales capitales de España.
López considera que esta forma de “unir el mundo online con el offline” es exportable a cualquier negocio que venda algo en una tienda. Ya hay empresas de sofás, colchones o muebles de cocina que se han interesado por la idea. Pero esta iniciativa puede ser solo el principio porque, según el empresario, los comercios seguirán evolucionando. “Por ejemplo, habrá tiendas de muebles sin muebles. El cliente se sentará en un sofá con unas gafas de realidad virtual y observará el catálogo”. López también se imagina establecimientos en los que, al entrar, se le pida a un asistente de voz “ver mesillas de noche” y, de repente, aparezcan unos hologramas con los diferentes modelos.