Los marplatenses Federico Cioffi (17) y Antonella Falcione (22) sueñan en grande. Juegan al squash desde muy chicos y acaban de conseguir importantes resultados a nivel internacional. En septiembre, el Comité Olímpico Internacional define si se incluye al squash en los Juegos Olímpicos de 2020.
Luego de dos intentos fallidos de entrar a la grilla olímpica, el squash sigue siendo firme candidato a incorporarse entre las disciplinas de los Juegos 2020. El jugador número uno del mundo, el egipcio Ramy Ashour, prometió su presencia en Buenos Aires, donde en septiembre el Comité Olímpico Internacional decidirá qué deporte se sumará; el béisbol, el softbol y la lucha comparten el mismo objetivo. En el encuentro de las máximas autoridades del COI se definirá, además, la sede olímpica de 2020 entre Madrid, Estambul y Tokio.
El squash es una disciplina que abarca los ideales olímpicos de manera integral. Es un deporte de raqueta donde los jugadores comparten un espacio mínimo. En un verdadero encuentro de gladiadores, uno debe tener las habilidades físicas y mentales para superar al rival como si se tratase de un “ajedrez físico”, y a una velocidad atrapante.
Mientras llega el gran día, toda la comunidad mundial squashística espera con gran expectativa el momento de la designación. Y los jóvenes jugadores marplatenses destacados que anhelan formar parte del gran sueño olímpico, siguen trabajando para crecer y mejorar.
En la rama femenina, Antonella Falcione se impuso el fin de semana pasado en la final del Abierto de Tasmania 2013 al vencer a la australiana Melody Francis (segunda preclasificada y N° 50 del mundo) por un contundente 3-0 (11-7, 11-6, 12-10) en 35 minutos de juego. Ubicada entre las 100 mejores del mundo, Falcione está disfrutando de su primera gran consagración desde que decidió salir del país para competir en el Circuito Mundial Femenino, con mucho esfuerzo para poder competir en este nivel. La mejor jugadora del squash argentino, producto genuino del deporte marplatense, acaba de conseguir el logro más importante de su carrera. Todo indica que es apenas el primer paso de un camino que recién empieza.
Con muy buenas participaciones internacionales en lo individual y por equipos representando a la Argentina en diferentes torneos, Antonella Falcione, de 22 años, se posiciona como una de las posibles representantes nacionales en los Juegos Olímpicos de 2020. “Haber ganado el torneo de Australia es importante por los objetivos que me puse cuando empecé a competir internacionalmente, porque ahora el squash ocupa el 100% de mi vida”, contó Antonella, que apostó a dedicarse de lleno a jugar al squash con la fuerza de su propia convicción.
En el momento de su consagración en Tasmania, la jugadora marplatense estaba sola y tuvo que compartir su alegría a la distancia a través de las redes sociales. “Le tuve que pedir a alguien del público que me grabara con el celular para mandarle algo a mi gente. Me dio mucha risa porque un diario de Tasmania publicó eso en una nota, contando que estaba sola y que no tenía con quien festejar. Me hicieron quedar como una desgraciada. Pero yo estaba chocha. Se siente el apoyo desde lejos, aunque nadie pueda estar ahí conmigo”, comenó Antonella, primera argentina en ganar un torneo de circuito mundial.
“Hace un año y medio que arranqué en el circuito internacional, y no estaba conforme con mi rendimiento. Jugaba muy ansiosa. He tenido partidos en los que perdí por resultados increíbles. Ahora trabajé la parte mental con Diego De Bella que, además de su experiencia y de lo que representa para el squash, es psicólogo. Vivió en Inglaterra, estuvo con los mejores y sabe transmitir muy bien. Sé que hay cosas que tengo que explotar, y eso se hace sobre todo trabajando la cabeza para poder disfrutar un poco también”, reconoció. Y agradeció a quienes la apoyan para encarar este camino tan exigente: “tengo que agradecer a mucha gente, pero especialmente a Allianz y Maximiliano Lenz, que me han dado una mano enorme. A Chichilo, Star Nutrición, Club de Raqueta, Harrow, el ENARD y la Secretaría de Deportes de la Nación”. Ahora, Falcione viajará a Estados Unidos. Allí la esperan dos durísimos torneos del circuito en New York y Washington. Después, comenzará a prepararse para el Panamericano, que es uno de los objetivos de este año.
Por su parte, Federico Cioffi, jugador del Complejo Nick (el templo del squash en Mar del Plata) quedó entre los 20 mejores jugadores del Mundial Junior disputado hace unos días en Polonia. Cioffi fue el jugador argentino con mejor ubicación no solo en el mundial sino también en el Abierto de Holanda, donde ocupó el meritorio 13° lugar. “Estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera. Me siento muy bien jugando y con muy buenos resultados. Se nota una mejora en el plano internacional. En mi opinión, todavía falta. Trato de mejorar en lo físico y en lo técnico. Voy a seguir entrenando y a ponerle más fichas a lo físico. Es lo que marca la diferencia a nivel junior entre los mejores del mundo”, aseguró Federico.
El prometedor joven marplatense habló de la ilusión del mundo del squash por acceder a la grilla de deportes olímpicos y de su propia aspiración por ser parte de la cita: “en Argentina y en el exterior se está hablando constantemente de que el squash puede ser olímpico, y todos los jugadores apoyan la candidatura. Se espera que en septiembre el Comité Olímpico se decida por el squash. Sería la aspiración máxima de todo squashista. Todos queremos estar ahí, en los Juegos Olímpicos”. En el camino del squash como candidato a sumarse a los Juegos Olímpicos del 2020, los reconocidos tenistas Roger Federer, André Agassi, Kim Clijters y Stefan Edberg ya mostraron públicamente su apoyo a la candidatura, que a esta altura se posiciona como favorita.
En tiempos donde el Comité Olímpico Internacional busca minimizar costos para los países anfitriones de los Juegos, el squash representa un sólido argumento para ser incluido. Solamente con la participación de 64 atletas (32 hombres y 32 mujeres) y una cancha de vidrio portátil que puede ser instalada por el país anfitrión en sitios emblemáticos de las ciudades, en lo que supone un show único para todas las edades, ofrece al COI un óptimo equilibrio costo-beneficio y la facilidad de integrarse en la logística. Además, tiene un sistema de puntuación de fácil comprensible, supervisado por un sistema de arbitraje de revisión de vídeo. Las innovadoras canchas de vidrio permiten a los espectadores disfrutar de un show de entretenimiento 360 grados, con una transmisión de alta definición que aumenta las emociones de los espectadores.
El desarrollo del squash en sus niveles base es el corazón del deporte, y los Embajadores del Programa de la WSF sirven de catalizadores para impulsar al deporte en naciones donde todavía está en crecimiento. La comunidad del squash mundial está muy comprometida con el desarrollo de la disciplina entre los jóvenes y con la práctica estricta de los valores y códigos de la Agencia Mundial Anti-Dopaje.