La banda yihadista llevó a los menores a campos de entrenamiento en zonas bajo su poder al oeste del país, donde se aleccionan a los llamados «cachorros del califato».
Las barbaridades cometidas por los yihadistas contra los ciudadanos de su «califato» no parecen tener más límite que la sharía más despiadada, pero es especialmente sangrante el trato a los menores de edad. Si ayer este periódico se hacía eco de que Estado Islámico había grabado las torturas de militantes a un adolescente sirio de 14 años, hoy da cuenta de que esta banda terrorista ha secuestrado a más de 500 niños en Irak para usarlos de «niños bomba» contra sus objetivos.
Estos menores fueron conducidos por los yihadistas a campos de entrenamiento en zonas al oeste de Irak controladas por Estado Islámico, donde se aleccionan a los llamados «cachorros del califato», según publica «The Independent».
Farhan Mohammed, del consejo provincial de Anbar, dijo que los muchachos habían sido secuestrados de las ciudades de Ar Rutba, Al-Qaim, Aná y Rawa hace más de una semana. «Daesh (EI) ha secuestrado al menos a 400 niños en la provincia occidental de Anbar, y los ha llevado a sus bases en Irak y Siria», añadió a la Agencia Anadolu de Turquía.
El teniente general Kasim al-Saidi, el jefe de la policía de la provincia de Diyala, ha asegurado que cerca de 100 niños fueron reclutados por Estado Islámico para ataques suicidas.
Los menores han aparecido en la propaganda de Estado Islámico con frecuencia, como parte de su sangrienta campaña para establecer un «califato» de la sharía en todo Irak y Siria. Naciones Unidas publicó un informe el pasado verano denunciando el uso de niños menores de 15 años como combatientes por parte del EI lo que supone un «crimen de guerra».